El término Fear of Missing Out (FOMO según sus siglas en inglés) fue introducido en los medios de comunicación a principios de la década del 2010. En aquel momento las redes sociales comenzaron a expandirse rápidamente a lo largo del mundo, aumentando de manera especial con la creación de los teléfonos móviles inteligentes. Esta nueva forma de comunicarnos entre nosotros facilita la globalización y la interconexión de actividades, siendo especialmente sencillo conocer experiencias potencialmente gratificantes que puedan perderse.
Diversos estudios científicos señalan que el FOMO está construido a partir de dos componentes primarios específicos: la aprensión de conocer que otras personas están disfrutando de actividades satisfactorias de las que uno está ausente y el deseo persistente de permanecer conectado socialmente con otras personas de su círculo íntimo. Este síndrome parece tener un carácter universal, ya que ha sido investigado y apoyado en numerosos países.
Este "temor a perderse algo" puede acabar en problemas de salud más importantes ya que continúa siendo una adicción, en este caso, a las redes sociales. Muchas personas que sufren este síndrome sufren de ansiedad causada por pensar que el resto del mundo puede disfrutar de experiencias sin ellos, por lo que intentan mantenerse conectados todo el tiempo.
¿Cuáles son los síntomas del FOMO?
Los profesionales del centro de tratamiento de adicciones y desintoxicación Orbium señalan una serie de síntomas fácilmente identificables. Estos podrán decir si una persona padece FOMO:
- Las redes sociales son su actividad cotidiana principal.
- Experimenta sensaciones de autosuficiencia, pertenencia y satisfacción en las redes sociales.
- Existe una señalada disminución del bienestar emocional.
- Aparecen sensaciones de inseguridad, evitación e irritación ante actividades reales.
- Sufre estrés asociado con experiencias negativas con otros usuarios de las redes sociales, como son los haters y acoso.
- Consulta las redes antes de despertar y antes de irse a dormir.
- Se involucra cada vez más con las redes sociales, ya que le ofrecen recompensas inmediatas y confort emocional.
- Ignora las relaciones reales, reemplazándolas por interacción virtual.
- Utiliza el teléfono móvil para no perderse experiencias.
- Aparecen sensaciones de ansiedad, soledad, abandono y exclusión por no participar en experiencias.
Por otro lado, también existe un cuadro clínico compatible con el FOMO, con síntomas como pueden ser las cefaleas tensionales debido a la ansiedad de perderse algo. En concreto comparte síntomas físicos con el estrés, la ansiedad, la depresión y el insomnio.
¿Por qué afecta más a las personas jóvenes?
El FOMO es una psicopatología relacionada con la ansiedad, que puede a su vez tener efectos negativos en las relaciones sociales. Estudios como el realizado por el investigador de la Università de Roma La Sapienza, Manuel Varchetta, muestra una correlación entre el FOMO, la vulnerabilidad en línea y la adicción a las redes sociales entre los estudiantes universitarios. El 71% de los participantes, de edades comprendidas entre los 18 y 30 años, declararon realizar un uso asiduo durante el horario escolar. Además, el 72.9% de los encuestados declararon haber sido víctimas o haber visto a otros tropezar con comentarios críticos y ofensivos.
Pese a tratarse de un campo de investigación relativamente joven, se puede decir que la continua evolución de las redes sociales está aumentando la repercusión del problema. Los jóvenes son, en muchas ocasiones, los que más tecnología utilizan por lo que también serán los más afectados por el FOMO. Por ejemplo el perfil mayoritario del adicto a las redes sociales son jóvenes de entre 16 y 24 años. También son los que mayor tendencia tienen a caer en la adicción, debido a su impulsividad, necesidad de gozar de influencia social y de reafirmar la identidad de grupo.
¿Existen maneras de combatir el FOMO?
Pese a que en ciertas ocasiones el único tratamiento sea acudir a un profesional, existen diversas estrategias que pueden ser adoptadas para evitar el FOMO.
- Dedicar el tiempo libre a actividades libres de tecnología, como pueden ser leer o disfrutar de juegos de mesa.
- Reduce la utilización de aparatos tecnológicos.
- Da prioridad a las relaciones "reales".
- Interioriza que las personas que publican su vida en internet únicamente comparten lo más interesante que les pasa, su vida no es perfecta.
- Vive los momentos en lugar de publicarlos en las redes sociales.