El tomate es un ingrediente básico en la dieta mediterránea, ya que se utiliza en multitud de platos como ensaladas, salsas o sopas frías. Además, este alimento cuenta con una gran diversidad de tipos, lo que permite utilizar cada uno de ellos en diferentes recetas y así, disfrutar de la gran variedad que ofrece uno de los grandes placeres de la vida: comer.
Proveniente de una planta herbácea de la familia de las solanáceas, cuyo nombre botánico es Solanum lycopersicum esculentum, el tomate es originario de la planicie costera occidental de América del Sur. No obstante, se considera que México fue el centro de la domesticación del mismo. A continuación, conoce las distintas variedades y tipos de tomates que existen en este artículo.
¿Fruta o verdura?
Algunos alimentos son víctimas de eterno debate sobre si son frutas o verduras, entre ellos, el tomate.
Según cuenta en su página web la tienda ecológica ‘El Camaleón Verde’, la controversia de esta discusión se remonta a 1887, cuando en Estados Unidos se aprobó una ley que asignaba impuestos a las hortalizas importadas, pero no a las frutas.
En ese momento, todas las compañías que importaban tomates argumentaron que estaban exentas del impuesto, pues el tomate es una fruta. Sin embargo, el gobierno alegó que como servía en ensalada y no como postre, se trataba de una hortaliza y, por lo tanto, los importadores tenían que pagar.
La fruta se define como la parte comestible de la planta que contiene las semillas, mientras que las verduras serían los otros elementos de la planta (la raíz, los tallos o las hojas). Según esta explicación, desde el punto de vista científico, el tomate es considerado una fruta, aunque actualmente, el uso que le damos a este alimento en la cocina es el que nos hace pensar que estamos ante una verdura u hortaliza.
Cómo utilizar cada tipo de tomate para cocinar
El tomate comercial ha experimentado cambios genéticos importantes, por lo que además de los clásicos rojos existen otros tipos. Estos son algunos de los más utilizados en la cocina:
Tomate Cherry
Este tipo de tomate es uno de los más populares. Existen muchas variedades, tanto en tamaño como en colores y sabores: cherry pera; zebra cherry; cherry redondo; black cherry; cherry amarillo; cherry mini… aunque todas ellas suelen presentar un tamaño similar al de una cereza.
Son ideales para consumirlos en fresco, bien sea en ensaladas o en guarniciones, y se pueden cultivar en macetas muy fácilmente, lo que hace que sean uno de los favoritos para los huertos urbanos.
Tomate corazón de Buey
Es una de las variedades más grandes. Su nombre viene de su forma acorazonada, y suelen tener un color rojo intenso, así como una piel muy fina y un sabor intenso. Son perfectos para rellenar con diferentes guisos, y sobre todo, se utilizan en crudo en ensaladas.
Tomate Kumato
También conocido como tomate negro por su color verde muy oscuro, esta variedad originaria de Almería, destaca por tener una textura crujiente, aunque esté inmaduro, ya que su proceso de maduración comienza desde el interior.
Tiene un sabor dulce, lo que lo convierte en un ingrediente muy utilizado a la hora de elaborar ensaladas. No obstante, se puede cocinar de otras formas, como por ejemplo, al horno.
Además, posee un contenido destacable en licopenos frente a otras variedades, aunque están presentes en mayor concentración en la piel del fruto.
Tomate Raf
Son originarios de Almería, y según dicen, el suelo salino de esta zona les da un sabor muy característico. Es uno de los más caros, y su nombre se debe a que es Resistente Al Fusarium (RAF), un hongo que afecta a los tomates.
Se caracterizan por sus tonos verdes, naranjas y rojos, con rayas verde oscuro en su parte superior. A su vez, presentan una forma irregular, con muchos surcos, y tienen un sabor muy dulce, por lo que se recomienda consumirlo en crudo.
Tomate redondo liso
Es el más común, y dentro de esta categoría hay muchos tipos distintos. Tienen una piel muy dura, son carnosos y traen consigo pocas semillas. Su sabor es más ácido de lo normal, pero son ideales para ensaladas y guarniciones.
Tomate Romano
Conocido como ‘pera’ (por su apariencia similar) o ‘tomate lágrima’, este tipo de fruto se divide en las siguientes variantes: Alborán, Bretón, Canario, Dan- Ronquido, Daniela, De Montserrat, Magda, y Muchamiel.
Son tomates muy carnosos y con pulpa prieta, lo que hace que sean perfectos para elaborar salsas o platos como gazpacho y salmorejo, a los que aportan mucho cuerpo y color. También se preparan asados, y no suelen utilizarse para ensaladas. Es uno de los favoritos para prepararlo en conserva.
Tomate rosa de Barbastro
Es típico de Aragón y de algunas partes de Cataluña. En comparación al resto de tomates, tienen un tamaño gigante y, aunque no son muy populares por su aspecto, tienen una carne muy gustosa y delicada, con un toque de sabor entre cítrico y dulce. Se recomienda comerlo siempre en crudo, incluso solo con un toque de sal y aceite.
Tomate verde
También conocidos como tomates mexicanos, los tomates verdes se pueden dividir en: reliquias (verdes cuando están ya maduros) y rojos. Por su gusto picante y ligeramente ácido, suelen ser usados para hacer salsas como condimentos de sándwiches y carnes, además de caldos.
Cabe destacar que los tomates verdes inmaduros tienen mayor cantidad de alcaloides que los maduros, lo que hace que sean más difíciles de digerir. Es más, en algunas personas pueden causar molestias gastrointestinales.
Los beneficios de consumir este alimento
El tomate es considerado un alimento funcional debido a las propiedades beneficiosas sobre la salud que se le atribuyen:
- Ayuda a bajar de peso: el tomate tiene muy pocas calorías y contiene antioxidantes, agua y mucha fibra, lo que ayuda a disminuir la grasa corporal y a controlar el apetito.
- Ayuda a mantener la salud visual y a fortalecer el cabello: esto ocurre porque el tomate es un alimento rico en carotenoides, los cuales se transforman en vitamina A.
- Controla la diabetes: el tomate contiene fibra y un mineral llamado cromo, que en conjunto, actúan ayudando a regular los niveles de azúcar en sangre.
- Mantiene el sistema inmune: gracias a la vitamina C y los antioxidantes que contiene el tomate.
- Mejora la salud de los huesos: los tomates son una buena fuente de vitamina K, la cual actúa activando la osteocalcina, una proteína necesaria para el crecimiento y mineralización del hueso.
- Mejora el estreñimiento: el tomate contiene muy buenas cantidades de fibra de tipo insoluble, haciendo que mejore el funcionamiento del intestino.
- Previene la anemia: el tomate contiene una buena cantidad de vitamina C, que es necesaria para que se absorba el hierro de los alimentos a través del intestino, ayudando así a prevenir la anemia.
- Previene el cáncer: el tomate es rico en licopeno, un pigmento carotenoide que impide el crecimiento de las células tumorales, previniendo y retrasando el desarrollo de diferentes tipos de cáncer.
- Previene el envejecimiento prematuro: la actividad antioxidante del tomate, actúa protegiendo las células de la piel.
- Previene enfermedades cardiovasculares: el tomate tiene un elevado contenido de antioxidantes que ayuda a mantener los vasos sanguíneos saludables, además de poseer fibras que ayudan a reducir los niveles de colesterol.
- Previene enfermedades del hígado: el tomate tiene muy buenas cantidades de licopeno, un compuesto que puede ayudar a prevenir y mejorar el hígado graso.
- Regula la presión arterial: este fruto es rico en potasio, un mineral que ayuda a eliminar el sodio del organismo a través de la orina, y contiene buenas cantidades de agua creando un efecto diurético que ayuda a controlar la presión arterial.