Esta mujer, de 29 años, que el pasado mes de abril sufrió quemaduras en el 70% de su cuerpo se ha convertido en la primera receptora de este trasplante de piel fabricada con sus propias células, por lo que evita rechazos, reduce las posibilidades de infecciones y aumenta la recuperación de la paciente.
Se trata, además, del primer trasplante internacional que utiliza un modelo de piel fabricada a partir de las células de la paciente y agarosa, una sustancia química obtenida de un alga marina que mejora la elasticidad de la piel artificial, aumenta su grosor para poder manipularla y cumple los estándares europeos de fabricación de medicamentos.
Profesionales de los hospitales de Granada y Sevilla y la Universidad granadina han posibilitado esta operación, que mejora otros tipos de piel artificial que no se adaptaban a la normativa europea y con la que, además, mejoran los resultados clínicos de la paciente, con un "pronóstico infausto" sin esta técnica.