El Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira (Valencia), que dirige la investigación del triple crimen de Alcàsser, ha trasladado a la Policía Nacional diversas recomendaciones para encontrar al prófugo Antonio Anglés, huido de la Justicia desde 1993.
Investigaciones posteriores al crimen han seguido la pista del posible paradero de Anglés, en caso de seguir vivo, o la confirmación de su fallecimiento, que pudo haberse producido al arrojarse al mar desde el barco "City of Plymouth" rumbo a Dublín.
Una campaña de búsqueda a nivel internacional
Recientemente la Policía Nacional solicitó y obtuvo permiso de la jueza instructora para el utilizar del perfil de Anglés de modo público, ya que se tiene previsto llevar a cabo una campaña divulgativa a nivel europeo y pedir colaboración ciudadana para su búsqueda.
A raíz de este escrito, una de las acusaciones populares personadas en la causa, la Asociación Laxshmi para la Lucha Contra el Crimen y la Prevención, presentó al juzgado varias alegaciones y recomendaciones orientadas a profundizar en la búsqueda de uno de los fugitivos más buscados.
En este escrito, los criminólogos de esta asociación recomendaron la comparación del ADN de Anglés con muestras no identificadas en los años 90 en las costas británicas, para localizar la documentación que se decomisó a un polizón del buque "City of Plymouth" y tratar de averiguar la identidad de un supuesto periodista que pudo hablar por radioteléfono con dicho polizón.
Lo que se sabe del caso Alcásser
Miriam, Toñi y Desirée, tres vecinas de Alcàsser de entre 14 y 15 años, fueron vistas por última vez el 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían desde Alcàsser, donde residían, a la discoteca Color de la vecina Picassent, adonde nunca llegaron. El caso mantuvo en vilo a España durante más de dos meses. Su desaparición dio paso a una intensa búsqueda que concluyó el 27 de enero de 1993 cuando dos apicultores hallaron los cadáveres semienterrados de las adolescentes en un paraje de difícil acceso conocido como La Romana, cerca de la presa de Tous, todo ello en medio de una cobertura mediática tan exhaustiva como polémica.
Las autopsias confirmaron que Miriam, Toñi y Desirée fueron torturadas y violadas antes de morir de un disparo. Miguel Ricart, compinche de Anglés, fue condenado por la Audiencia de Valencia a 170 años de prisión por el crimen. Se encuentra en libertad desde 2013, tras cumplir 21 años en la cárcel.