El experto orador Jeff Haden ha publicado en la revista Inc. un artículo en el que desarrolla los mejores métodos posibles para optimizar tu método de estudio. Para hacerlo, el orador utiliza su propia experiencia personal, poniendo como ejemplo su plan de trabajo a la hora de preparar una charla antes numerosos jefes de Estado Globales en Abu Dabi. Para la que contaba con un plazo de tan solo ocho horas y donde el descanso jugó un papel fundamental.
La estrategia: aprovechar hasta el último segundo
En primer lugar, usó cada momento posible para ensayar. Los estudios demuestran que la repetición refuerza el aprendizaje, y que ponerse a prueba a uno mismo mejora la retención según Haden. Así que practicó mientras comía, se duchaba, se vestía… en cualquier momento disponible.
A la hora de subir al escenario, se sentía seguro con sis palabras, pero todavía tenía dificultades con las señales de las diapositivas. A pesar de un pequeño error, la presentación salió bien. Pero al mirar atrás, el experto señala que desearía haber tenido tiempo para algunos ensayos más. Resulta que eso podría haber sido un error.
La ciencia del estudio inteligente
Un estudio de 2022 publicado en Nature Reviews Psychology encontró que tomar un descanso de 10 minutos entre sesiones de estudio mejora significativamente el recuerdo, incluso más que seguir estudiando sin parar.
Los investigadores escribieron: "Los períodos de descanso en vigilia pueden facilitar la consolidación de recuerdos recién formados. Incluso unos pocos minutos de descanso con los ojos cerrados pueden mejorar la memoria, quizás en la misma medida que una noche completa de sueño".
Ese último punto es clave. Un estudio de 2016 en Psychological Science encontró que las personas que estudiaban antes de dormir, luego dormían y después hacían una revisión rápida por la mañana, mejoraban su retención a largo plazo en un 50%, mientras pasaban menos tiempo estudiando. La conclusión: memorizar sin parar no siempre es la mejor estrategia. La consolidación de la memoria ocurre no solo durante el sueño, sino también en breves momentos de descanso.
El tipo correcto de descanso
Para que el descanso en vigilia funcione como el sueño, los descansos deben ser de baja estimulación:
- Sin música
- Sin pantallas
- Sin conversaciones
En su lugar, haz algo simple:
- Siéntate en silencio con los ojos cerrados.
- Da un paseo corto.
- Mira por la ventana.
- O, si estar quieto es difícil, haz ejercicio.
Un estudio en Psychology of Sport and Exercise encontró que hacer ejercicio después de estudiar mejora significativamente la memoria, el recuerdo y la retención. Otro estudio de 2023 en el Journal of Epidemiology and Community Health descubrió que solo seis a diez minutos de ejercicio moderado o intenso pueden mejorar la memoria de trabajo y las habilidades cognitivas como la planificación, organización y priorización.
Cuá hubiera sido el mejor procedimiento
Si el experto hubiera sabido esto, habría estructurado mi preparación de otra manera:
Ensayar durante 45–50 minutos
Tomar un descanso de 10 minutos (cerrar los ojos, descansar en silencio o hacer ejercicio ligero)
Repetir
En lugar de obsesionarse con repetir una y otra vez, debería haber visto los descansos como una herramienta de aprendizaje, no como una pérdida de tiempo. Como dijeron los investigadores: "Los momentos de descanso sin ocupaciones deberían ser reconocidos como un factor clave para las funciones cognitivas humanas en vigilia, en lugar de considerarse una pérdida de tiempo".
Pruébalo tú mismo
La próxima vez que necesites aprender algo rápido—una presentación, un discurso de ventas o un pitch para inversionistas—incluye descansos de 10 minutos. Deja que tu cerebro consolide y refuerce lo que has aprendido. Porque a veces, la mejor manera de dar tu máximo rendimiento es hacer una pausa.