CRIMEN MORATA DE TAJUÑA

La relación que unía al asesino confeso del crimen de Morata y a las hermanas asesinadas

Dilawar Hussain Fazal Chouhdary, apodado 'El Negro de Morata' y arrestado por el crimen de los tres hermanos de Morata de Tajuña, conoció a las hermanas en 2022 y llegó a vivir en su casa.

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Madrid |

Miembros de la Guardia Civil trabajan en el lugar donde se hallaron los cuerpos de los hermanos en Morata de Tajuña.
Miembros de la Guardia Civil trabajan en el lugar donde se hallaron los cuerpos de los hermanos en Morata de Tajuña. | EFE/ Sergio Pérez

El arrestado por la muerte de los tres hermanos de Morata de Tajuña, Dilawar Hussain Fazal Chouhdary, un ciudadano paquistaní de 42 años que se entregó anteanoche en el cuartel de Arganda, vive en esta localidad con otros muchos compatriotas en una casa de la avenida del Ejército número 41.

La relación que unía al asesino confeso con las hermanas

Según reconoció a los agentes, sus víctimas "le habían arruinado" y no tenía "ni para comer". El hombre se presentó en las dependencias de la Guardia Civil de Arganda del Rey, en Madrid, reconociendo que había sido el hombre que mató a los tres hermanos y que sabía que le estaban buscando.

Amelia y Ángeles, de 71 y 74 años, llevaban años inmersas en un bucle de desesperación en el que arrastraron sin querer a su hermano mayor Pepe, de 79 años, que tenía una discapacidad psíquica y no era consciente de nada de lo que sucedía.

La relación que unía al asesino confeso con las hermanas tiene su origen en un negocio de comestibles y locutorio en Arganda del Rey. Allí conoció a las hermanas, que eran clientas habituales del locutorio, al que acudían para realizar las transferencias internacionales que le reclamaban sus falsos amantes estadounidenses.

Las hermanas acabaron entablando una relación muy cercana con Chouhdary y, a principios de 2022, éste se enteró de la supuesta herencia que iban a recibir las dos mujeres. El paquistaní decide entonces entrar en el negocio y acuerda con ellas vender el locutorio y prestarles unos 30.000 euros (que enviarían a los falsos militares) a cambio de que le devolvieran el doble de esa cantidad a finales de ese año o principios de 2023.

El pacto también incluía que el hombre viviera gratis en la casa de Morata de Tajuña, donde la Policía encontró los cadáveres. A principios del año pasado le alquilaron una habitación al detenido, al que supuestamente acabaron debiendo unos 60.000 euros.

Al principio, tenían buena convivencia e incluso acompañaba a los mayores a realizar gestiones y a la compra. Según algunos vecinos, convencieron a Dilawar Hussain, que llegó a prestarles unos 30.000 euros a los hermanos a cambio de devolverles pasados los meses el doble de esa cantidad, de ahí que el hombre le reclamara 60.000 euros.

Como no fue así, y tras enterarse de que todo se trataba de una estafa amorosa, el ciudadano paquistaní, en principio muy afable, comenzó a amenazarles, llegando a abofetear en enero de 2023 a Amelia y arranca un pendiente a su hermana, quienes no le denunciaron.

Luego, el 23 de febrero volvió a agredir a Amelia, esta vez con un martillo en la cabeza y, cuando cayó suelo la pateó, lo que le provocó importantes lesiones. Avisaron a la Policía, pero las hermanas no quisieron denunciarles, según fuentes municipales. Pero los agentes actuaron de oficio y el 'Negro de Morata' fue detenido y tras un juicio rápido, fue condenado a prisión, de la que salió el mes de septiembre.

El hombre dejó de vivir en casa de los fallecidos ese día y pasó casi siete meses internado de forma provisional en la prisión de Estremera hasta que quedó en libertad el 12 de septiembre.

Aunque el Juzgado de lo Penal número 2 de Alcalá de Henares lo condenó a dos años de cárcel y le prohibió aproximarse a menos de 500 metros y comunicarse con la víctima durante dos años y medio, le concedió el beneficio de suspensión de la pena al carecer de antecedentes y comprometerse a indemnizar a la mujer.

A pesar de la condena, la indemnización y una orden de alejamiento de 500 metros sobre los hermanos, Dilawar Hussain intentó contactar por teléfono y mensajes con las hermanas, que no le contestaban a sus demandas de devolución de dinero o le daban largas.

Los investigadores creen que hace unas semanas el paquistaní no aguantó más, ya que no tenía dinero ni para pagar el alquiler de su piso de Arganda, y acudió al domicilio de las hermanas en Morata para volverles a exigir el dinero y fue entonces cuando les agredió mortalmente. Luego, apiló los cadáveres en el salón, les roció gasolina e intentó quemarlos sin éxito utilizando papeles y cartones.