Renfe gastó hasta septiembre 11 millones en limpiar grafitis en sus trenes
Los actos vandálicos se han disparado un 60% en el último año y casi la mitad de los incidentes se han producido en Cataluña
En un comunicado, la compañía señaló que “la limpieza de los trenes es muy costosa” ya que “la pintura suele afectar a la chapa del tren, es ácida y de secado rápido”, por lo que “dependiendo del tamaño del grafiti, un tren puede quedar sin servicio en talleres hasta su limpieza entre uno y siete días”.
Según Renfe, en 2017 se produjeron un 60% más de actuaciones en toda España relacionadas con los grafitis, y calcula que el incremento de acciones de este tipo siga creciendo en 2018. “Sólo en los primeros nueve meses del año ya se han registrado 2.800 actos vandálicos de este tipo”, de tal forma que las pintadas en los trenes de Renfe casi se han duplicado desde 2008.
Además, la compañía apuntó que “los grafiteros cada vez emplean más violencia y que en muchos casos se trata de grupos organizados”, por lo que “el riesgo es tanto para los propios viajeros como para el personal de Renfe y vigilantes”.
Por otro lado, también destacó los retrasos causados en el servicio cada vez que los grafiteros paran los trenes. “Sólo en Cercanías Madrid se vieron afectados el año pasado con demoras más de 200.000 viajeros por grafitis en trenes en marcha”.
A los daños contra el patrimonio de la compañía, que incluye gastos de limpieza, pintura, disolventes, traslados a talleres, movilización de personal, se suman los gastos anuales en medios destinados en vigilancia y seguridad, que supondrían otros 10 millones de euros adicionales, con lo que la cifra de coste total se elevaría a 25 millones de euros anuales.