Según ha informado la Comisaría en una nota, el rescate se produjo en la tarde del pasado martes después de que varios vecinos del edificio en el que reside el anciano se mostraran extrañados por su prolongada ausencia.
El hombre, de origen alemán, presentaba "avanzados síntomas de deshidratación e inanición", ya que apenas se había alimentado gracias a una botella de agua mineral y a un bote de mermelada que se encontraban junto a la cama.
Los agentes prestaron unos primeros auxilios al anciano, que fue estabilizado en su propio domicilio por personal del 061 y posteriormente trasladado al Hospital del SAS de Jerez.
El rescate se produjo en el interior de un domicilio situado en la calle Caballeros, uno de cuyos vecinos, policía nacional, se interesó por lo que podría ocurrirle a esta persona porque no había sido vista en los últimos quince días.
Al acercarse a su domicilio pudo escuchar unos apagados lamentos y peticiones de auxilio en inglés, si bien cuando aparecieron los efectivos policiales ya no se escuchaba ningún sonido.
Los policías lograron alcanzar la altura de una de las ventanas de la casa, ubicada en un segundo piso, y comprobaron que las luces de la vivienda estaban encendidas y la calefacción funcionaba a pleno rendimiento.
Ante esta situación, y teniendo en cuenta el testimonio del funcionario fuera de servicio, los agentes accedieron al interior de la vivienda.
Una vez en el interior, encontraron un inmueble en estado de abandono, sucio y desordenado, y localizaron al anciano en el dormitorio con avanzados síntomas de deshidratación e inanición, rodeado de heces y orines.
El anciano fue trasladado en estado muy grave al Hospital del Servicio Andaluz de Salud de Jerez.