Comer fuera de casa es una práctica muy habitual hoy en día. Ya sea por querer probar cosas nuevas o por no tener tiempo para cocinar tus propios platos. Ahora, ha llegado a Madrid un restaurante que combina ambas posibilidades: comer en un restaurante en el que te cocinas tú mismo lo que has comprado previamente.
El funcionamiento es sencillo. Dentro del restaurante hay un supermercado en el que eliges lo que quieres comer. Hay ingredientes de todo tipo: carnes, fideos, mariscos, gyozas... Así como una gran variedad de bebidas chinas. Es importante destacar que este restaurante está especializado en comida china, en concreto en 'hot pots' (una olla de caldo caliente en el que se cocinan diversas comidas).
El restaurante está decorado con temática futurista. La idea es que al entrar elijas los ingredientes que quieres comer ese día. Una vez seleccionados, te diriges a la caja para pagarlos, como en cualquier supermercado. Después, vas a unas cápsulas que funcionan como mesas y allí se produce la magia.
Como si sigues un manual de instrucciones
Tal y como explica una de las trabajadoras en el vídeo compartido por Comilones TV en sus perfiles de Instagram y Tiktok "eliges el caldo que quieres, hay hasta seis tipos (tomate, setas, pollo, curry y dos picantes)" y empiezas a cocinar. También comenta que hay algunos platos que ya están cocinados y preparados, si bien no es lo habitual.
Si quieres acompañar el plato con una salsa, también la tienes que preparar tú mismo. Y si no sabes cuál elegir o no sabes hacerla, tienes disponibles a modo de manual de instrucciones los pasos para elaborarlas con los ingredientes necesarios.
¿Dónde está este restaurante?
En cuanto al precio por comprar los ingredientes y cocinártelos tú mismo ronda entre los 25 y 30 euros (depende de los ingredientes que elijas). El restaurante se llama Laowang Hot Pot y está en la Avenida de Europa 22, en Alcorcón. Es el primer restaurante de estas características en la Comunidad de Madrid y habrá que ver si es una moda pasajera o este tipo de establecimientos han llegado para quedarse.
