Los investigadores ya contaban con resultados provisionales que indicaban que esos restos podían pertenecer a Romina, obtenidos al compararlos con el rastro genético de algunos enseres personales de la joven, pero la prueba definitiva la ha aportado la comparación con el ADN de su madre, que llegó a la isla el pasado día 13.
El marido de la joven, Raúl D.C., se encuentra en prisión provisional desde el 16 de enero con cargos de homicidio y malos tratos habituales, aunque hasta el momento ha alegado que él no la mató, sino que se la encontró muerta al regresar a casa la noche de Año Nuevo, se asustó y se deshizo de su cadáver tirándolo en diferentes puntos de la costa de Lanzarote.