"Los Juegos de Barcelona fueron justamente esto: el producto del esfuerzo, de la generosidad, de la solidaridad y del compromiso de todos; de la unidad de todos alrededor de un proyecto que contó con la colaboración entre todas las administraciones", ha manifestado el Rey --en catalán-- durante el acto de conmemoración de los 30 años del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat del Vallès y los 25 de Barcelona '92.
"Todos juntos continuaremos nuestra trayectoria impulsando, mejorando y acrecentando el progreso que hemos sabido lograr durante décadas de esfuerzo solidario, de espíritu de concordia y de confianza en el futuro", ha sostenido Felipe VI.
En la misma línea, ha añadido: "Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Barcelona constituyen un magnífico ejemplo y una de las lecciones más brillantes y vigentes de nuestra historia más reciente".
El Rey ha recordado al entonces presidente del Comité Olímpico, Joan Antoni Samarach, y al entonces alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, de quienes ha destacado que tuvieron la responsabilidad, la capacidad y la oportunidad de trabajar compartiendo objetivos y resultados, y ha considerado "justo y merecido dedicarles un profundo homenaje de gratitud".
Ha resaltado que, para Barcelona, la organización de los Juegos supuso "una profunda modernización y su auténtica transformación a la ciudad pujante" actual y, para toda España, ha afirmado que los Juegos Olímpicos supusieron la confirmación del camino de desarrollo y progreso iniciado años antes, desde la entrada en la democracia 15 años atrás.
Ha recordado que hace unas semanas se conmemoraban las elecciones generales de 1977 y el ingreso de España en el Consejo de Europa: "Hechos que hace 40 años supusieron el punto de partida de una nueva etapa que se caracterizaría por la consolidación de nuestra convivencia democrática".
El Rey ha subrayado que ése fue el inicio de una trayectoria ascendente que en pocos lustros alcanzaría hitos como los Juegos olímpicos, la Exposición Universal de Sevilla y la Capitalidad Europea de la Cultura de Madrid, y ha asegurado que ninguno de estos acontecimientos fue fruto de la improvisación o de una determinada coyuntura, "sino que constituyeron una prueba evidente del progreso de una sociedad que avanzaba de la mano en todos los órdenes".
Al acto conmemorativo han asistido el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo; el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach; el del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco; el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Ramón Lete.
También han acudido los consellers Raül Romeva y Josep Rull; el delegado del Gobierno central en Cataluña, Enric Millo; el secretario general de Deporte de Cataluña, Gerard Figueras; la alcaldesa de Sant Cugat del Vallès, Mercè Conesa, y el director del CAR, Ramon Terrassa, entre otros.
Al inicio del discurso del Rey, uno de los asistentes ha levantado una 'estelada', que los responsables de seguridad han retirado rápidamente, tras lo que ha levantado un pequeño cartel con el lema 'Queremos votar'.
Más tarde, el Rey ha presidido la recepción que ha ofrecido el Ayuntamiento de Barcelona a los atletas participantes en Barcelona'92, en la que han estado presentes los presidentes de los comités olímpico y paralímpico internacionales, Thomas Bach y sir Philippe Craven, respectivamente, así como la alcaldesa Ada Colau; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; el líder del PSOE, Pedro Sánchez; o los exalcaldes Pasqual Maragall y Xavier Trias.
En un acto conducido por la periodista Olga Viza en el Palacete Albéniz, a pocos metros del estadio de Montjuïc, donde hace 25 años tuvo lugar la "deslumbrante" ceremonia inaugural de los JJOO de Barcelona, el Rey ha recordado el éxito que supusieron estos Juegos "para Barcelona, para Cataluña y para toda España".
Felipe VI, que fue el abanderado de España en estos Juegos y logró un diploma olímpico por el sexto puesto que ocupó en la clase Soling de vela, ha subrayado que este evento fue posible "gracias al esfuerzo conjunto y el trabajo comprometido, generoso y solidario de todos".
"El verano de 1992, toda España miraba a Barcelona con confianza. De alguna manera nos revalidábamos ante el mundo. Y concluidos los Juegos fue abrumador el sentimiento de orgullo. Puedo decir que toda España se sintió orgullosa de esta ciudad", ha manifestado el Monarca en un discurso pronunciado en castellano, catalán e inglés.