En todo caso, sobre una posible subida de impuestos que pudiera afectar a este carburante, la ministra se ha remitido a su colega María Jesús Montero, titular del departamento de Hacienda.
Preguntada por los medios de comunicación por las restricciones al tráfico que preparan ciudades como Madrid, Ribera las ha celebrado como una medida "muy razonable y muy normal", pues cree necesario facilitar la movilidad pero también que esta "afecte cada vez menos, en la medida de lo posible, a la salud de los ciudadanos".
"Evidentemente, el diésel tiene los días contados. Durará más o menos, pero sabemos que su impacto en partículas y en lo que respiramos es suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida", ha declarado.
En este sentido, ha señalado que el Gobierno debe plantearse qué "señales fiscales y regulatorias" puede aprobar para acompañar a los gobiernos municipales "en ese proceso de cambio" de la movilidad.
La ministra ha aclarado que "no se puede culpabilizar a quien compra" y que, en todo caso, a la hora de adquirir un vehículo diésel el consumidor debe saber "que el coste de compra de un coche nuevo de una categoría u otra no está reflejando el coste real del impacto que tiene ese coche".
"Un consumidor responsable es lo mejor que podemos tener, pero para facilitar comportamientos de consumidor responsable tenemos que asegurarnos de que las señales de mercado, las señales fiscales, nos permitan discriminar de una manera intuitiva, natural, sin tener que hacer análisis profundísimos sobre qué es lo que significa cada una de nuestras opciones de compra", ha concluido.