Ahora que el calor se ha terminado de asentar y que el sol supone, más que nunca, un riesgo para nuestra piel, todos buscamos la manera de protegernos tanto de las altas temperaturas como de la incidencia del sol. Sin embargo, no debemos fiarnos de todos los consejos que veamos en redes sociales, pues la última tendencia de TikTok recoge una práctica aparentemente inofensiva, que, sin embargo, puede desproteger nuestra piel frente al sol.
Varios usuarios han compartido, a modo de tip, algunos vídeos introduciendo la crema solar en el frigorífico, e incluso en cubiteras y congeladores. En estos mismos podemos ver como, un rato después, los propios usuarios se extienden la crema enfriada por la piel, para refrescarse mientras se protegen contra el sol. Sin embargo, esta práctica, más que otra cosa, nos deja totalmente desprotegidos frente al sol.
La congelación inutiliza la crema
La crema solar, al igual que el resto de cosméticos, posee una composición química concreta, que se ve alterada al verse sometida a un cambio de temperatura tan brusco. Tal y como explica el conocido tiktokerFarmacéutico Fernández, la congelación de la crema separa la fase acuosa de la fase oleosa de la crema, acabando con la combinación que garantiza la protección de nuestra piel. El cambio de temperatura anula la fórmula de la crema y la inutiliza en sus funciones. Por lo tanto, aunque esté más fría, la crema no nos protegerá de los perjudiciales rayos del sol.
La conservación es clave a la hora de garantizar la eficacia de la crema solar, por lo que se recomienda el almacenamiento de este tipo de cremas en ambientes secos - esto excluye los cuartos de baño-, entre los 15 y los 25 grados. Esto significa que, en la playa, debemos evitar dejar los botes de crema solar expuestos directamente al sol.
La importancia de una conservación correcta
Todos los años, además, regresa siempre el debate acerca de la conveniencia de utilizar las cremas del año anterior. En primer lugar debemos fijarnos en el PAO- Period After Opening - del producto, una cifra que nos indica los meses durante los cuales, una vez abierto el producto, sigue manteniendo su eficacia. Pero, si abrimos el bote de crema solar y notamos que la sustancia se ha vuelto acuosa o ha cambiado de color, lo idóneo es desechar el producto y adquirir un nuevo bote.
Con todo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizó un estudió en 2018 que demostró que, si las cremas están correctamente almacenadas, pueden llegar a utilizarse hasta 12 meses después de haber sido abiertas.
Aunque a todos nos interese descubrir nuevos trucos para mantenernos frescos, en cuestiones de salud es mejor ir a lo seguro y evitar los experimentos.
