Los rumores de ruptura entre Pablo Iglesias e Irene Montero se llevan repitiendo en los últimos meses, después de que el líder de la formación morada abandonara la política para centrarse en otros retos profesionales. Ahora, según ha anunciado 'El Cierre Digital' gracias a fuentes cercanas al entorno de Unidas Podemos, la pareja habría roto su relación el pasado mes de marzo.
Al parecer, la pareja ya atravesaba un mal momento sentimental cuando Pablo Iglesias decidió abandonar su cargo de vicepresidente del Gobierno para presentarse como candidato de Unidas Podemos a las elecciones de la Comunidad de Madrid.
Adiós al chalet de Galapagar: lo habrían vendido por 660.000 euros
La confirmación de esta ruptura es la venta del polémico chalet de Galapagar, el inmueble en el que ambos residían junto a sus tres hijos, Leo, Manuel y Aitana, que se habría vendido ya por 660.000 euros, 45.000 euros más de lo que les costó.
Según fuentes de 'El Cierre Digital', la operación de compraventa se habría formalizado a través del Grupo M&G, una inmobiliaria situada en la cercana localidad madrileña de Torrelodones.
A pesar de esta venta, Iglesias no tendría pensado regresar a su añorado Vallecas, sino que este medio también informa de que el exlíder de Podemos visitó hace escasos meses un chalet en venta situado en la conocida urbanización de 'La Berzosa', situada en la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares, próxima a la zona de Galapagar.
El entorno de Iglesias y Montero desmiente la ruptura
Sin embargo, desde el entorno de la formación morada han negado esta información tajantemente y han desmentido la ruptura de Iglesias y Montero. Según Vanitatis y El Confidencial, estas fuentes señalaban que Montero llevó una alianza de pareja –que luce desde el pasado marzo pese nunca se han casado– en el pasado acto para anunciar la aprobación de la ley trans. Además, confirman que la pareja no va a dar ninguna declaración al respecto porque no consideran que haya nada que comentar.
La historia de amor de Pablo Iglesias e Irene Montero: tres hijos y un chalet compartido
Aunque ya se conocían anteriormente, Irene Montero (33) y Pablo Iglesias (42) no comenzaron su relación hasta 2015, después de que el líder de Unidas Podemos dejara a su pareja del momento, la exdiputada de Izquierda Unida, Tania Sánchez.
Sin embargo, a pesar de los rumores, no fue hasta febrero de 2017 cuando se confirmó su relación sentimental. Un año más tarde, la ministra de Igualdad anunciaba que estaba embarazada de mellizos, Leo y Manuel, convirtiéndose junto a Iglesias en padres primerizos en 2018; y en 2019 llegó también la pequeña Aitana.
Poco después, la pareja adquirió el mencionado chalet de Galapagar, valorado en unos en más de 600.000 euros, donde se trasladó con sus tres hijos. Esta decisión fue muy criticada desde la oposición y por los propios militantes de Unidas Podemos, después de que Iglesias hubiera sido el primero en prometer que nunca abandonaría el barrio de Vallecas. La casa, de 268 metros cuadrados y edificada sobre una parcela de terreno de 2.000 metros cuadrados en la urbanización 'La Navata', en Galapagar, contaba con tres dormitorios, dos baños, chimenea, jardín con huerta, una parte zen y hasta un pequeño chamizo como casa de invitados.
Una relación marcada por los rumores de ruptura
La relación de Iglesias y Montero ha pasado por malas rachas en muchos momentos, especialmente por los rumores de infidelidad por parte del exlíder de Unidas Podemos.
En septiembre de 2017, algunos periodistas, entre los que destacaba Alfonso Ussía, apuntaban a que se había producido un distanciamiento entre la pareja de políticos por una tercera persona y señalaban como culpable a la presentadora Paula Vázquez. Aunque el entorno de Iglesias y Montero no desmintió nada en aquel momento, sí lo hizo la presentadora, que bromeó con los "cotilleos" y las "tonterías que tenían que aguantar".
Más recientemente, las supuestas infidelidades de Pablo Iglesias volvieron a aparecer en escena, después de que en 2020 varios medios publicaran la exclusiva de que el vicepresidente del Gobierno habría dejado a Irene Montero por su asesora Lilith Verstrynge, hija del expolítico Jorge Verstrynge. Entonces, se habló de crisis matrimonial y de que Iglesias podría haber abandonado el domicilio familiar, aunque finalmente no se confirmó nada de lo sucedido.