Anna Kadabra es una bruja, pero no es una bruja como las demás. Junto al resto de integrantes del Club de la Luna Llena y entre pasteles peligrosos y fiestas de media noche, este club mágico ya va por su decimosegunda aventura "Brujos en pañales". La serie de Anna Kadabra es uno de los mayores fenómenos de la literatura infantil y juvenil de los últimos tiempos. Solo en España, ha logrado entrar en casa de un millón de lectores, un hecho sin precedentes en la narrativa infantil. Pero no solo eso, sino que se ha abierto paso en 17 países, siendo el más reciente donde se ha editado, Bulgaria. Canadá, Italia, Israel, Rusia, Grecia, Francia, Holanda, Turquía, Macedonia, Serbia, República Checa, Portugal, Hungría, son algunos de los países donde la saga está siendo un éxito, con especial atención a Corea donde Anna Kadabra ha calado de manera especial.
Con motivo de este récord, sus autores Pedro Mañas -texto- y David Sierra -ilustraciones- han comparecido ante la prensa en la librería infantil de Madrid Kiriku y la Bruja, junto con Anna Casals, editora de Literatura Infantil de Planeta. Las aventuras de Anna Kadabra y ahora de su amigo Marcus Pocus, están editadas por Destino Infantil. "Después de un par de presentaciones justo antes de que nos confinaran, de repente nos empezaron a llegar buenas noticias de que los niños lo leían, de que muchos niños se estaban aficionando a la lectura gracias a la colección -afirma Pedro Mañas- y vimos que los niños, para compensar ese entorno opresivo de no poder salir de casa, descubrían en la lectura un placer que quizá no habían explorado y muchos niños se engancharon a la lectura durante esas época". "Durante la pandemia necesitamos hacer más que nunca aquello que hace la literatura que es creer que lo imposible se puede hacer posible: poder viajar y poder ver mundos fantásticos sin salir de casa".
Las historias que narra Pedro Mañas son mágicas, atraen a los niños, pero igual de importantes o más son las ilustraciones de David Sierra. Porque hay veces que la trama de las aventuras, las cuentas sus dibujos y no el texto. Unas ilustraciones que ya en las pruebas, la editora Anna Casals no dudó ni un momento en que eran las que encajaban perfectamente con el personaje de Anna Kadabra. "Aquella niña de las pruebas, era Anna Kadabra", señala. "Durante la pandemia hicimos recortables, láminas para colorear, y creo que fue una manera de establecer comunicación con los niños- señala David Sierra-, los padres nos mandaban las manualidades que habían hecho los niños motivadas en el personaje, nos contaban que leían los libros por las noches con ellos. Y de alguna manera, Anna Kadabra les hizo más llevadero aquel confinamiento".
Una niña urbanita que no quiere irse a hacer pasteles a un pueblo
"Anna Kadabra no quiere irse al campo a vivir, a un pueblo, donde sus padres quieren abrir una pastelería ´-señala David Sierra-. "Es una niña urbanita y esto de trasladarse a un pueblo pues, al principio, no lo lleva bien. Pero en este viaje le acompaña un gato que acaba de conocer y al que llama Cosmo, y este gato en realidad la ha elegido a ella para convertirse en bruja. La esperará un grupo de magos, el Club de la Luna Llena y son ellos los que han hecho que Anna llegue allí haciendo que los padres vean el anuncio del local. Y allí Anna empezará a vivir mil aventuras y a ser aprendiz de bruja". "A parte de Anna ser la protagonista -afirma Pedro Mañas- en realidad los protagonistas son todos. Es una obra coral. Ella es sobre todo la narradora, la voz descarada, gamberra, muy actual, que siempre está dudando del mundo de los adultos, es una de las cosas que ha hecho que conectara muy bien con el público infantil" "Es la narradora que se come a todo lo demás".
Los pequeños de la casa son los más lectores
El ultimo informe de Hábitos de Lectura y Compa de Libros en España, revelaba que el 85,3% de los niños y niñas de entre 6 y 9 años leen libros fuera de las aulas. Uno de los índices más altos junto al de los jóvenes de entre 15 y 18 años, etapa a la que es imprescindible llegar con un hábito sólido para sobrevivir a la adolescencia sin dejar de leer, señalan desde Destino Infantil. El mismo barómetro, promovido por el Ministerio de Cultura y Deporte y la Federación de Gremios de Editores de España indica que "El 78,2% de los niños y niñas de entre 10 y 14 años leen en su tiempo libre de forma frecuente, pero la ratio desciende más de 10 puntos en la franja de edad entre los 15 y los 18 años (67,7%) y sigue en caída libre entre los 18 y los 24".