En una nota informativa, la Aemps recomienda también "evitar en lo posible" el uso de estos fármacos en mujeres embarazadas, ya que recientemente se ha evaluado la información disponible relacionada con el riesgo de malformaciones congénitas asociadas a su uso durante la gestación.
En la mayoría de los casos notificados de pancreatitis aguda, la suspensión del tratamiento mejoró la situación clínica del paciente. Por ello, los pacientes que desarrollen esta patología durante el tratamiento con carbimazol y tiamazol, comercializados con los nombres de Neo-tomizol y Tirodril, deben suspenderlo "inmediatamente" y no volver a ser tratados con estos fármacos.
Aunque los resultados de los estudios epidemiológicos no son homogéneos, los de aquellos de mayor tamaño poblacional indican un incremento de riesgo de malformaciones congénitas con el uso de estos fármacos durante el embarazo respecto al no uso.
La exposición durante el primer trimestre y la administración de dosis más elevadas se consideran factores de riesgo. Las malformaciones notificadas incluyen aplasia cutánea congénita, malformaciones craneofaciales, onfalocele (defecto en la pared abdominal en el que los intestinos, el hígado u otros órganos salen del abdomen a través del ombligo), atresia esofágica (parte del esógafo no se desarrolla adecuadamente), anomalía del conducto onfalomesentérico y defecto septal ventricular.
Si fuera imprescindible el tratamiento durante el embarazo, la Aemps aconseja utilizar la dosis mínima efectiva y llevar a cabo una estrecha monitorización materna, fetal y neonatal.
Además, se debe advertir a las mujeres en edad fértil de la necesidad de utilizar métodos anticonceptivos eficaces durante el tratamiento y de acudir al médico en caso de que deseen planificar un embarazo.