El Tribunal Constitucional ha confirmado que la próxima semana rechazará de manera íntegra el recurso de Vox contra la Ley de Eutanasia, vigente en España desde junio de 2021, por lo que el suicidio asistido seguirá siendo legal en nuestro país.
Según explica el propio Ministerio de Sanidad, esta ley garantiza "el derecho que corresponde a toda persona" que cumpla una serie de condiciones "a solicitar y recibir la ayuda necesaria para morir". Pero, ¿cuáles son esas condiciones?
Para poder solicitar la eutanasia un ciudadano debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Ser mayor de edad, capaz y consciente en el momento de la solicitud
- Tener la nacionalidad española, residencia legal en el país o un certificado que acredite un tiempo de permanencia en España superior a un año
- Sufrir una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante
- Haber formulado dos solicitudes de manera voluntaria por un medio que permita dejar constancia y que no sea el resultado de ninguna presión externa, dejando una separación de al menos quince días naturales entre ambas
- Prestar consentimiento informado previamente a recibir la prestación de ayuda para morir
En casos de incapacidad de hecho de los pacientes, estos podrán designar a un representante, que será el interlocutor válido para el responsable de aplicar la eutanasia.
Se consideran enfermedades graves e incurables aquellas que por su naturaleza originen sufrimientos físicos o psíquicos constantes e insoportables sin posibilidad de alivio a un paciente con un pronóstico de vida limitado.
Por padecimientos graves, crónicos o imposibilitantes se entienden las limitaciones que inciden directamente sobre la autonomía física y las actividades de la vida diaria, de manera que no permita al paciente valerse por sí mismo. También las que afecten a la capacidad de expresión y relación asociadas a un sufrimiento físico o psíquico constante en intolerable para los pacientes.
Debe existir, además, una alta probabilidad de que estas limitaciones vayan a extenderse a lo largo del tiempo sin posibilidad de curación o mejoría.
La prestación de la ayuda a morir se podrá realizar tanto en centros sanitarios como en el domicilio del paciente, que tendrá derecho a estar acompañado de sus familiares y allegados, y a la garantización de su intimidad personal y familiar.