TRUCOS DE CASA

El sencillo truco de la sal para evitar las salpicaduras de aceite en la cocina

¿Aceite que salta y arruina todo? No más sustos ni caos en la cocina. Un puñado de sal y cero salpicaduras: el truco infalible para freír sin miedo y con total seguridad.

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Miriam Méndez

Madrid |

El sencillo truco de la sal para evitar las salpicaduras de aceite en la cocina
El sencillo truco de la sal para evitar las salpicaduras de aceite en la cocina | Pixabay

Si alguna vez has tenido que lidiar con las molestas salpicaduras de aceite mientras cocinas, sabes que no hay nada más frustrante que el caos de esos pequeños chorros ardientes. Pero, ¿y si te dijéramos que hay un truco tan simple como económico que podría salvarte de este desastre culinario?

No, no es magia ni un invento de última generación. Se trata de un ingrediente que probablemente ya tienes en tu cocina: la sal. Sí, esa misma que echamos en las sopas o en las patatas fritas tiene un poder oculto para hacer de tu cocina un lugar más seguro, limpio y, sobre todo, sin sobresaltos.

El enemigo invisible: la humedad

La razón detrás de las salpicaduras de aceite se encuentra en un proceso físico simple, pero que puede resultar en una catástrofe culinaria: el contacto entre el agua y el aceite caliente.

El aceite, que suele estar a temperaturas bastante altas en el momento de freír, entra en contacto con el agua presente en los alimentos o, incluso, en la sartén. Este encuentro provoca una reacción violenta: el agua se convierte en vapor de forma instantánea y crea pequeñas explosiones que lanzan el aceite en todas direcciones. Es una combinación peligrosa que puede terminar con quemaduras, ropa manchada y un desastre en la cocina.

El truco está en eliminar o, al menos, reducir al mínimo esta interacción. En otras palabras, si logras evitar que el agua llegue al aceite, las salpicaduras serán mucho menos frecuentes. Pero, ¿cómo hacerlo sin tener que llevar una capa de armadura cada vez que pongas la sartén al fuego?

La magia de la sal: un truco tan sencillo como efectivo

Aquí es donde entra en juego el truco que muchos chefs guardan en secreto: la sal. Tal vez te sorprenda, pero este imprescindible en toda dieta tiene propiedades que ayudan a prevenir esas indeseables salpicaduras.

¿Cómo? Al ser un excelente absorbente de humedad, la sal ayuda a reducir la cantidad de agua que entra en contacto con el aceite caliente, disminuyendo las posibilidades de que se formen esas explosivas burbujas de vapor.

La aplicación es tan simple como efectiva. Antes de calentar el aceite en la sartén, espolvorea una pizca de sal en el fondo. La sal absorberá la humedad que pueda haber en la sartén, creando una barrera natural entre el aceite y cualquier posible traza de agua. Una vez que el aceite esté caliente, puedes agregar tus alimentos sin preocuparte por esas salpicaduras repentinas.

Aunque este truco funciona de maravilla en frituras poco profundas o en salteados, es importante tener en cuenta que, en situaciones donde utilizamos grandes cantidades de aceite (como al freír patatas o empanados), la eficacia de la sal puede disminuir. En estos casos, existen otras estrategias que pueden complementar el truco de la sal:

  • Usar utensilios largos para colocar los alimentos: cuando introduces alimentos en una sartén con aceite caliente, el contacto puede generar salpicaduras. En lugar de lanzarlos de manera brusca, utiliza pinzas largas o un utensilio para sumergir los alimentos suavemente en el aceite. Esto ayuda a controlar mejor el proceso y reduce el riesgo de que el agua o la humedad entre en contacto con el aceite de forma violenta.
  • Freír en pequeñas cantidades: si estás cocinando algo que requiere mucha fritura, como patatas fritas o empanados, no pongas demasiados alimentos en la sartén de una sola vez. Freír en pequeñas cantidades permite que el aceite mantenga su temperatura constante y que los alimentos se cocinen de manera más uniforme, reduciendo las salpicaduras al mínimo.
  • Utilizar una pantalla anti-salpicaduras: estas pantallas, que se colocan sobre la sartén, son una excelente opción para reducir las salpicaduras. Aunque no eliminan por completo el riesgo, ayudan a contener el aceite y el vapor que se generan durante la fritura. Están diseñadas para permitir que el vapor escape sin que el aceite se derrame por fuera.
  • Fritura en aceite profundo con una cesta: si la fritura que vas a hacer requiere sumergir completamente los alimentos en aceite, es recomendable que utilices una cesta para evitar que los alimentos caigan de golpe y generen salpicaduras. Además, la cesta permite retirar los alimentos de manera controlada, reduciendo el contacto con el aceite caliente.

¿Y si no tienes sal a mano? Otras opciones para evitar salpicaduras

La vida rara vez es perfecta, y a menudo enfrentamos pequeños imprevistos, como no tener sal a mano justo cuando la necesitamos. Sin embargo, no hay motivo para alarmarse: existen alternativas que pueden cumplir una función similar. Entre ellas, destaca un ingrediente que muchos ya tienen en casa: la harina.

Al igual que la sal, la harina tiene la particularidad de absorber la humedad, lo que la convierte en una aliada eficaz para reducir las molestas salpicaduras al cocinar. Basta con añadir una pequeña cantidad al aceite caliente y mezclar bien. Esto no solo ayuda a estabilizar el aceite, sino que también minimiza los riesgos de quemaduras y accidentes en la cocina.

Otro consejo clave para evitar salpicaduras es asegurarte de secar bien los alimentos antes de freírlos. La humedad en los ingredientes es uno de los principales responsables de este problema. Para evitarlo, utiliza papel absorbente o deja los alimentos reposar unos minutos sobre una rejilla. Este simple paso puede marcar una diferencia significativa en la seguridad y comodidad al cocinar.