Una serie de hábitos y pautas que podemos incluir en nuestra rutina diaria, nos van a permitir que nuestro cerebro pueda mejorar su capacidad, agilidad y memoria. Así lo refrenda una serie de estudios e investigaciones de la Universidad de Harvard, recogidas en el libro 'Make it stick the science of successful learning', que revelan que no es difícil agudizar la mente con cosas simples que podemos hacer todos los días y nos ayudarán a perfeccionar el potencial de nuestro cerebro.
Aprende algo nuevo para estimular tu cerebro
Debes plantear el cerebro como cualquier otro músculo. Para que mejore hay que entrenarlo. Cada vez que te pones un reto, por ejemplo, aprender un idioma, investigar sobre algún tema, cocinar algo un poco más complejo, estarás estimulando tus células cerebrales y la comunicación entre ellas. En caso de disponer de poco tiempo, los rompecabezas o juegos mentales son una buena solución.
Aprovecha el potencial de todos tus sentidos
Los estudios demuestran que cuanto más se involucre su sentido en el proceso de aprender algo, mayores serán las posibilidades de retener eso en la memoria. En un estudio que realizó Harvard, mostró una serie de imágenes a los participantes. Algunas de ellas iban emparejadas con olores. Tras la prueba, los investigadores recordaron de forma mucho más nítida las imágenes que iban acompañadas de olores, especialmente si eran agradables. Por ejemplo, cuando ves una película con subtítulos, tu atención estará mucho más focalizada al ampliar las fuentes por las que te llega la información.
Repite conceptos clave en voz alta
Escuchar palabras en voz alta hace que sea más probable que las retengas en la memoria, algo que se potencia si las repites en voz alta. Por ejemplo, cuando conoces a una persona, si en la primera conversación le mencionas por su nombre en varias ocasiones, es muy probable que ya nunca olvides ese nombre al asociarlo con la persona que tienes enfrente.
Divide la información
Cuando nos dan un número de teléfono, será muy complicado memorizarlo directamente. Sin embargo, si dividimos ese número en varias cifras más pequeñas, las posibilidades de memorizarlo aumentan notablemente. Especialmente, si asociamos esas nuevas cifras a otras imágenes. Por ejemplo, si el número comienza por 600, podemos imaginar el mítico automóvil español.
Conectar información antigua con información nueva
Nos podemos valer de nuestros recuerdos para reforzar el aprendizaje de cosas nuevas. Al procesar nueva información podemos relacionarla con información pasada que nos recuerde o tenga conexión con lo nuevo.
Utilizar la mano menos dominante para acciones comunes
Probar a realizar acciones comunes como escribir, comer o cepillarse los dientes con la mano menos dominante hará que nuestro cerebro se tenga que enfrentar a un reto y cree nuevas conexiones neuronales para poder enfrentarse a la situación.
Cultiva una vida social
Conocer gente y participar en interacciones sociales significa conversaciones y debates, aprendizaje de nuevos hechos y exposición a opiniones que difieren de las tuyas lo que resulta enriquecedor para la mente.