Así lo ha declarado el alcalde en funciones de Brihuega, Jesús Recuero, quien ha relatado que sobre la una de esta madrugada se personó en la citada finca, ubicada en el paraje La Boquilla, tras ser alertado por el 112 de que había un incendio.
Fue entonces cuando descubrieron que, además del incendio de la caseta de herramientas que tenía el dueño de la finca, en la zona de las perreras había 35 o 40 canes muertos o en estado moribundo "con espuma en la boca" y unas latas de comida que el dueño de la finca aseguró no haberles puesto.
El teniente de alcalde ha asegurado que esta finca, de unos 1.000 metros cuadrados, tiene toda la documentación y permisos en regla y ahora habrá que esperar a los resultados de la investigación que ha emprendido hoy el Seprona, que, tras tomar muestras a los perros supuestamente envenenados, ha dado permiso para que sean enterrados.
Recuero ha explicado que la caseta de herramientas, en la que el propietario guardaba también el alimento de los perros, ha ardido totalmente, así como un camión que había junto a ella.
Dicho esto, ha opinado que todo parece obra del mismo autor o autores y ha insistido en que se está "a la espera de la investigación oficial".