El año 2022 ha comenzado poniendo en alerta a gran parte del país por la acusada falta de lluvias y las altas temperaturas, inusuales en esta época.
Regiones como Madrid y Valladolid acumularon 26 días seguidos sin lluvia en el mes de enero.Tampoco llovió en octubre en Alicante y Sevilla durante 26 y 25 días respectivamente, mientras que Santiago de Compostela y Bilbao han sufrido 15 días de sequía en meses anteriores de invierno.
El segundo trimestre inicial más seco del siglo
La preocupación por la sequía crece en el sector agrario español que ve como pasan los días y las lluvias no llegan. Se trata del segundo peor comienzo del año hidrológico en lo que va de siglo, una sequía que según los pronósticos continuará en febrero y está afectando al regadío y a los cultivos tempranos, además de poner en riesgo toda la campaña.
En el primer cuatrimestre del año hidrológico (octubre 2021-septiembre 2022) se recogieron 192 litros por metro cuadrado, lo que supone un 35 % menos que el promedio normal, un dato que desde el año 2000 sólo fue peor en el mismo periodo de la temporada 2007-2008, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Embalses al 44% de su capacidad
A esta sequía meteorológica se suma la sequía hidrológica, con unas reservas hídricas que ya venían perjudicadas desde el año pasado y que en este momento están al 44,8 % de su capacidad total a nivel nacional, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
La situación más dramática se localiza en las cuencas de la mitad sur de España, que se encuentran a alrededor del 30 % de su capacidad, como las de Guadalete-Barbate (30 %), Guadiana (30,5 %), Mediterránea Andaluza (30,8 %) y Segura (35,2 %), e incluso por debajo, como la del Guadalquivir (28,6 %).
"En el sur puede ser el ocaso de las producciones", dice Ignacio Molina, integrante del grupo de trabajo de Seguros de Cooperativas Agroalimentarias. "En las circunstancias actuales no hay capacidad para pensar que en febrero, marzo y abril pueda retirarse agua de las cuencas del Guadalquivir porque materialmente es inexistente", abunda Molina.
Regadío, secano y ganadería, afectados por la sequía
Los frutales, el algodón, la horticultura y, en general, todo el cultivo de regadío van a sufrir las consecuencias de esta sequía. "El panorama es bien feo porque estamos hablando de que en Andalucía la agricultura de regadío representa el 75 % de la producción final agraria", apunta Eduardo López, responsable del sector del agua de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).
"Y todo afecta al empleo y afecta a la economía agraria porque los cultivos de regadío generan más insumos para transformar, con lo cual toda la cadena de transformación del producto se va a ver truncada y muy afectada, y es un impacto terrorífico para la economía agraria", agrega López.
"El secano podría verse ayudado si llueve a la brevedad, pero ya habrá pérdidas consolidadas en los cultivos más tempranos, como el trigo, la cebada o las leguminosas, mientras que si la falta de agua continua, quedarán en peligro también otros más tardíos, como los viñedos", señala Carlos Hernández, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y Biosistema de la Universidad Politécnica de Madrid.
Quienes trabajan los cereales de invierno tuvieron el pasado diciembre la oportunidad de asegurar los cultivos y algo podrán recuperar, pero el regadío no tiene cobertura por sequía en ningún seguro, alerta el técnico de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) Gregorio Juárez.
La situación es perjudicial también para la ganadería, ya que los pastos se están endureciendo y su calidad de está viendo comprometida, lo que incrementa el coste de la alimentación de los animales.
"Todo apunta a que febrero va a ser un mes seco también y entonces empieza la preocupación, porque se empezaría a hablar de pérdidas ya importantes", comenta el técnico de Seguros Agrarios de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) Javier Alejandre.