En una conversación con el diario "El País", Serrat explica que fue a visitar el pasado sábado en la prisión de Estremera (Madrid) al exconseller Raül Romeva porque él se lo pidió, ya que conoce a su padre Jordi, con el que estudió, hizo la mili y formó un grupo hace más de 50 años.
"Personalmente no soy independentista, todo el mundo lo sabe, ni llevo lazo amarillo", indica el cantante, quien destaca que la grieta creada en la sociedad no se cerrará "hasta que no se recupere esa normalidad que nos devuelva la convivencia".
Serrat justifica su visita como un acto de coherencia humana y dice que vio a Romeva "razonablemente confiado en que se lleve a cabo su acercamiento a cárceles catalanas".
Y expresa un deseo: "Que el independentismo deje de ser el eje sobre el que gira todo y por el que se vive cada día allí; se puede ser catalán sin ser independentista".