Las vacunas contra la Covid-19 siguen siendo la principal herramienta de contención del virus. Aunque estas no previenen la infección, evitan que las personas enfermen gravemente.
Desde que comenzó el proceso de vacunación, las autoridades sanitarias han ido registrando los efectos secundarios provocados por las inyecciones. En España, con el objetivo de evaluar la seguridad de las vacunas, es fundamental que los ciudadanos notifiquen las posibles reacciones al Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFVh) a través de un formulario.
Recientemente, los expertos han alertado sobre nuevos efectos secundarios relacionados con las vacunas de Pfizer, AstraZeneca o Moderna, como son la miocarditis o el síndrome de la OAB ('overactive bladder') conocido también como vejiga hiperactiva.
¿Qué es el síndrome OAB?
Uno de los últimos efectos secundarios que se ha asociado a las vacunas contra el covid es el llamado síndrome de OAB, según señala un nuevo estudio realizado por la Universidad Médica de Kaohsiung (Taiwán) y publicado por la 'Journal of Clinical Medicine'.
La investigación ha contado con casi 900 participantes vacunados con con dosis de AstraZeneca, Pfizer y Moderna y hasta un 13,4% sufrieron un deterioro de los síntomas de tracto urinario inferior. Los efectos más frecuentes fueron la urgencia urinaria, la nicturia, la incontinencia y la polaquiuria, similares a los síntomas del síndrome de la OAB.
Este síndrome, conocido también como vejiga hiperactiva, provoca la necesidad frecuente de orinar que puede llegar a ser muy difícil de controlar. Otros de los síntomas son la pérdida involuntaria de orina, un aumento de la frecuencia urinaria y el despertarse más de dos veces por la noche para orinar.
Algunos de estos síntomas pueden controlarse con simples cambios de hábitos en la dieta, la micción o usando técnicas de contención en la vejiga, aunque también existen tratamientos farmacéuticos revisados, siempre, por un médico. Este tipo de incontinencia puede provocar problemas de depresión, ansiedad, alteraciones en el sueño o problemas sexuales.
Miocarditis tras la segunda dosis de la vacuna
La miocarditis es otra patología que también se ha relacionado con la inoculación de las dosis de Pfizer, Moderna o AstraZeneca. Diversas investigaciones han mostrado evidencias como que el 87 por ciento de pacientes que han sufrido alguna vez esta patología la padecen a los tres días de la segunda dosis de la vacuna.
Los autores de un estudio sobre la miocarditis después de la vacunación contra el Covid-19' explicaron que "las vacunas de ARNm están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar miocarditis que las vacunas de vectores virales como Janssen, Oxford y Sinovac. Por lo tanto, se asume que la generación de autoanticuerpos podría atacar a los miocitos cardíacos en respuesta a la vacuna de ARNm, lo que aumenta el riesgo".
La miocarditis es la inflamación del corazón, que puede provocar la disminución del bombeo del miocardio o la aparición de arritmias. Su origen puede estar en un virus o en una reacción a un medicamento y los síntomas más frecuentes que presenta son el dolor de pecho, problemas de respiración, fatiga o latidos irregulares.
Cabe destacar, además, que los hombres son más propensos que las mujeres a sufrir miocarditis, según diversas investigaciones. Un hecho que se vincula con las variaciones de las hormonas sexuales, como la hormona de la testosterona, que acaba con las células inmunitarias antiinflamatorias mientras promueve células T colaboradoras más agresivas.