José Antonio fue a comer con sus amigos, como todos los jueves, a un bar de la localidad, pero esta vez se encontró con un cargo inesperado en la factura. Además de cobrarle lo que había consumido, un inusual suplemento aparecía en el ticket: "10 euros por tocar los cojones".
Anka, camarera del establecimiento, explicaba a 'Espejo Público' que decidió incluir este suplemento con el permiso de su jefe. "Es un bromista y siempre se mete conmigo, aunque sin faltar al respeto", ha explicado.
El cliente pagó religiosamente la factura y seguirá yendo al local a pesar de tener que volver a pagar "este tipo de suplementos".