CAJEROS

La tecla que debes pulsar en los cajeros para evitar estafas

A pesar de que el pago con tarjeta o con los dispositivos móviles está cada vez más extendido, el pago en efectivo sigue siendo la opción preferida por la mayoría de las personas cuando compran en pequeños comercios.

ondacero.es

Madrid |

Foto de archivo de un cajero.
Foto de archivo de un cajero. | Europa Press

Cada vez es más habitual el pago con tarjeta o a través del teléfono móvil y los dispositivos inteligentes como los relojes. De hecho, esta práctica ha aumentado desde la pandemia de la covid-19, cuando era recomendable pagar de esta forma para evitar el contacto directo con las monedas y el dinero en efectivo.

Si bien, pagar en efectivo sigue siendo el método de pago más extendido en España, según el último informe publicado por el Banco de España en noviembre de 2024. "El efectivo es el medio de pago más utilizado en comercios físicos para el 59% de la población, seguido por la tarjeta (33%) y por los dispositivos móviles (11%)".

Por lo tanto, las personas que optan por mantener el efectivo en sus carteras, deben acudir a los cajeros para sacar dinero. Si bien, aunque es una operación sencilla, puede entrañar riesgos.

No es recomendable imprimir recibos

A la hora de imprimir el recibo de la operación en el cajero, este contiene información confidencial como el saldo, el número de cuenta o de la tarjeta. Estos recibos suelen acabar en la basura rápidamente, sin pararnos a pensar que los estafadores pueden recogerlos y utilizar esos datos para acceder a las cuentas y realizar transacciones fraudulentas a nuestro nombre.

Por ello, lo recomendable es no imprimir el recibo y consultar la información desde el móvil, por ejemplo. La mayoría de bancos han desarrollado aplicaciones para acceder a la información monetaria de manera fácil, rápida y segura. Entonces, cuando la pantalla del cajero te ofrezca la opción de imprimir el recibo debes pulsar la tecla cancelar. De esta manera, finalizará el proceso sin necesidad de que te lleves un papel con información tan importante.

En el caso de necesitar un recibo físico, lo aconsejable es guardarlo en un lugar seguro y destruirlo en pequeños trozos una vez que ya no sea requerido su uso, de esta manera la información que contiene será ilegible.