El Consejo de Ministros aprueba este lunes en segunda vuelta la Ley de Derechos Animales impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 con la que el Gobierno quiere garantizar el bienestar de los animales, con un marco legal común en España para la protección animal.
Las claves de la ley
La norma pretende poner fin al maltrato, abandono y sacrificio de animales e introduce uno de los mayores cambios de esta legislación: impedir que se sacrifiquen animales de compañía salvo por motivos sanitarios y eutanásicos.
También se endurecen las penas de maltrato a través de la reforma del Código Penal y se incluye en la misma a todos los animales vertebrados, cuyo maltrato no conllevaba "ningún reproche penal" hasta ahora.
En los casos de maltrato con muerte del animal la condena se recrudece y podrá ser de hasta 36 meses si concurre más de un agravante.
La ley lucha además contra el abandono al exigir que todos los animales de compañía estén identificados y que la cría solo pueda hacerse mediante criadores registrados. Solo el año pasado, más de 285.000 perros y gatos llegaron a las protectoras.
Asimismo, se prohíben los circos con animales salvajes y la comercialización de perros, gatos y hurones en las tiendas de mascotas, así como su exhibición y exposición al público con fines comerciales.
Los zoos y delfinarios se reconvertirán en centros de recuperación de especies autóctonas, y se prohibirá la utilización de animales en actividades y espectáculos en los que puedan sufrir daño o muerte, como las peleas de gallos o el tiro al pichón.
La ministra Ione Belarra ha recordado que se trata de una ley de derechos animales que "nos hace más humanos" al acabar con la "impunidad" de los maltratadores, con penas de cárcel y multas que podrán llegar a los 200.000 euros.
"La gran mayoría de nuestra sociedad cuida, quiere y respeta a los animales y queremos que nuestro país tenga una legislación a su altura", ha añadido.