Una noche normal en Salou sobre las 22:30 de la noche. En la plaza de las Palmeras de la localidad de Tarragona el ruido de las balas iba a interrumpir la tranquilidad reinante. Tres personas encapuchadas se bajan de un coche y tirotean otro vehículo. Matan en el acto a uno de los ocupantes y dejan malherido a otro que horas después también fallecía.
Los atacantes emprenden una huida en su coche, de matrícula francesa, por la autopista AP-7. Los Mossos les interceptan en el área de servicio de Médol y detienen al conductor, un hombre de 24 años. Sin embargo, los otros dos ocupantes consiguen zafarse y huir a pie. Los Mossos d'Esquadra y la Policía Local de Salou han diseñado un dispositivo para dar con los dos fugitivos incluso con vigilancia desde un helicóptero. Asimismo, han tomado declaración a los testigos y han recopilado grabaciones de la zona para poder extraer la máxima información posible.
Los turistas alojados en el hotel junto a la escena de los hechos relatan que los disparos parecían "ametralladoras" y se escucharon hasta 30 tiros. Esas balas ha dejado marcas tanto en ese edificio como en establecimientos u vehículos cercanos. Las víctimas estaban hospedadas en ese mismo hotel. Los gritos en la calle se sucedieron y los huéspedes del hotel se refugiaron dónde pudieron al no saber si los disparos se producían en la calle o dentro de las instalaciones.
Los investigadores consideran que el ajuste de cuentas entre bandas del crimen organizado vinculadas a la droga, es la hipótesis más plausible del doble crimen, algo que encaja con las pistas que ya tienen y el modus operandi de los atacantes. La División de Investigación Criminal de la Región Policial Camp de Tarragona está al cargo de la investigación. Dentro del vehículo de los atacantes se han encontrado varias armas como una granada de mano, dos armas cortas y una larga.