En España hay más de 400 clubes de vehículos históricos. La tradición es grande aunque no alcanza la de otros países, probablemente porque hasta ahora la legislación no acompañaba. Declarar un coche como histórico exigía un importante desembolso (alrededor de 800 euros) y un trámite farragoso para obtener la doble matriculación. A partir de ahora eso se simplifica; tanto en coste, que no superará los 30 euros, como en tiempo. Y por primera vez se incluyen en el catálogo no sólo los automóviles, también las motocicletas y los vehículos agrícolas.
Los propietarios tendrán que aportar una declaración responsable que atestigüe que el vehículo está en buenas condiciones y que no tiene modificaciones que alteren su originalidad. Tendrán que solicitar un duplicado del permiso de circulación por cambio de servicio a histórico y pasar una Inspección Técnica de Vehículos. Ojo que para llevar el coche a la estación de ITV, si no está en regla, deberán hacerlo en grúa y con la matrícula tapada.
Distintivo amarillo en el parabrisas
La Dirección General de Tráfico hace desaparecer la antigua resolución de catalogación, que considera un trámite innecesario y gravoso. También elimina la doble matriculación. Los vehículos conservan su matrícula ordinaria, aunque los nuevos que se incorporen tendrán que colocar en el parabrisas un distintivo circular de color amarillo con una letra H de color negro en el centro.
Los vehículos históricos sólo pueden circular un máximo de 96 días al año -de hecho se pide a los propietarios que se comprometan a hacer un uso ocasional de ellos- y aunque el reglamento contempla que puedan moverse como cualquier otro vehículo, de momento no pueden hacerlo por las zonas bajas de emisiones de las ciudades. La DGT pide a los ayuntamientos una especial sensibilidad con estos propietarios en sus ordenanzas municipales, "en atención a su valor histórico y a su uso ocasional".
La cifra de vehículos históricos supera el millón y medio en Reino Unido, los 600.000 en Alemania y los 400.000 en Francia. "Era una situación injusta con los propietarios españoles -apuntaba el director general de Tráfico, Pere Navarro- porque el automóvil ha sido el gran icono del siglo XX. Todos los avances que hemos hecho han sido por el automóvil. Era una deuda incluso con la cultura".