Tres detenidos, dos de ellos en Euskadi, por matar a un anciano en Santander
La Policía Nacional ha detenido a tres hombres, dos de ellos en Euskadi, que están ya en prisión provisional, por el homicidio de un anciano de 81 años que murió asfixiado tras ser maniatado y amordazado para robarle el pasado 4 de febrero de 2017 en Santander.
En la resolución del caso ha sido clave la difusión de una llamada anónima que hizo uno de los detenidos a la Cruz Roja de Madrid en la que dio datos del crimen, de modo que la colaboración ciudadana y la utilización de procedimientos de análisis de voz y técnicas de localización permitieron identificar a esta persona.
Este hombre, que fue detenido el 10 de octubre pasado en el País Vasco, tiene 66 años y numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio y robos con violencia, que se remontan a cuando tenía 18 años. Los otros implicados son su hermano, de 53 años, también con antecedentes por delitos contra el patrimonio y que fue detenido el 18 de febrero en Bilbao, y un tercer hombre de Santander, de 58 años, cuya detención se produjo el 5 de febrero y que tiene antecedentes pero por hechos que no tienen relación con los robos.
El móvil del crimen fue económico, según ha explicado en una rueda de prensa en Santander el jefe de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) de la Comisaría General de Policía Judicial, Enrique Juárez, que ha señalado que el objetivo de los investigados era el dinero y las joyas que el anciano tenía en una caja fuerte.
Aunque la Policía entiende que no hubo más autores materiales del crimen que se atribuye a estos tres hombres, la investigación no está cerrada y se trabaja para averiguar cómo pudieron tener noticia de que la víctima guardaba esas joyas y el dinero y si hubo una cuarta persona que les trasladó esa información, fuera o no con intención delictiva, un "fleco" en el que se investigan todas las hipótesis.
Lo que sí ha comentado la Policía es que en el barrio todo el mundo sabía que la víctima tenía dinero, porque al parecer había hecho algunos comentarios en bares de la zona a los que acudía. La investigación de este crimen ha sido muy compleja, y de hecho se ha prolongado durante dos años, ya que el suceso se produjo el 4 de febrero de 2017.
El hombre de 81 años murió tras sufrir un asalto en el que fue maniatado y amordazado. Los hechos ocurrieron en un local de Santander al que acudía todas las mañanas para cuidar sus pájaros. Después, los autores de los hechos se desplazaron hasta el domicilio del anciano que se encontraba en las inmediaciones del local.
Allí estaba la pareja sentimental del fallecido, a la que también maniataron antes de hacerse con las joyas que se encontraban en el interior de la caja fuerte. Esta persona declaró a los agentes que sus asaltantes iban encapuchados y que solo había podido ver las vestimentas que llevaban.
Fue el pasado 26 de septiembre cuando la investigación dio un salto importante, al difundir la Policía Nacional la llamada anónima a la Cruz Roja de Madrid que había dado datos sobre el crimen. La Policía solicitó la colaboración ciudadana para identificar a su autor, lo que fue posible días después, tras recibir más de 300 informaciones ciudadanas.
Pero en la investigación también se trabajó con otros elementos, como las imágenes que grabaron las cámaras de la zona o un Ford Focus que se relacionaba con los autores de los hechos. El jefe de la UDEV ha señalado que para tratar de identificar al dueño del vehículo y situarlo en la escena del crimen se consultaron bases de datos de Tráfico, que arrojaron 100.000 vehículos de esas características de España.
Esa cifra se logró reducir a 7.000 con otros datos y limitando a la zona de Cantabria y el País Vasco, pero al final el paso definitivo para esclarecer lo sucedido fue la llamada de uno de los detenidos. La Policía cree el hombre hizo esa llamada porque no habían tenido noticia por los medios de comunicación de que se hubiera rescatado al anciano y a su pareja, a los que dejaron maniatados.
Los tres investigados están en prisiones diferentes. Uno de ellos, el primer detenido de 66 años, no ha colaborado nada con la investigación ya que se ha negado a declarar, mientras que los otros dos han ofrecido versiones de los hechos que la Policía cree que no se corresponden con la realidad.