Tres jóvenes compañeras de Derecho de la Universidad de Valladolid han conseguido aprobar las oposiciones a juez en un tiempo récord. Marta, Marina y Carmen han necesitado menos de dos años de preparación para hacerse con una plaza fija, y a sus 24 años, se convertirán en las juezas más jóvenes de España.
La media de tiempo de preparación para conseguir una plaza fija de juez de por vida está en cinco años. Ellas han superado la media y han logrado sus sueño con mucho sacrificio y vocación. En una entrevista a las tres jóvenes que publica 'La voz de Galicia', cuentan cómo se toman la noticia de ser las juezas más jóvenes del país y explican cuál ha sido su experiencia en estos meses de preparación.
En el caso de Marta Campo Gonzalo, reconoce que la noticia ha sido todo un orgullo para su familia: "Mis padres se pusieron muy contentos. Es un orgullo para ellos y para toda mi familia, para mi abuela, mis tíos... ". Marta explica que en su familia no hay nadie que haya estudiado Derecho en su familia y que es la primera que tiene estudios superiores.
Sobre el sacrificio que supuso aprobar la oposición, Marta cuenta en 'La voz de Galicia' que estaba trabajando por un sueño por lo tanto "no sientes ni hambre, ni frío, ni calor, ni sueño, ni cansancio". Aunque sí reconoce que tras aprobar la oposición sí sintió un bajón de cansancio.
Marta reconoce la labor del preparador y asegura que él fue el primero que vio que tenía opciones de aprobar a la primera y se lo dijo: "Mi preparador me decía que lo hacía muy bien y que, seguramente, aprobaría a la primera. Eso me daba muchísima motivación".
En su caso, Marta cuenta que siempre tuvo claro que quería ser jueza, antes incluso de iniciar los estudios de Derecho: "Cuando estaba en la ESO me llamaba ya el mundo del derecho... Tomé la decisión de ser jueza, antes incluso de hacer Derecho".
Aún no ha pensado qué tipo de juzgado elegirá dentro de dos años, cuando acabe el proceso de formación y de prácticas.
Los padres de Carmen no se creían que hubiera aprobado
Carmen Medina es otra de las jóvenes que ha conseguido su plaza de jueza en un tiempo récord. Ella tiene muy claro que "sin preparador" no lo habría logrado: "Necesitas que alguien te corrija siempre", cuenta.
Carmen contaba con dos formadores muy distintos que se complementaban entre sí. La joven explica que uno de ellos era más cauto y pensaba que realmente tendría opciones en otras convocatorias, pero no, Carmen logró superar el primer examen tipo test y los dos orales siguientes que le permitieron aprobar la convocatoria.
La tercera de las jóvenes juezas es Marina Bueno, que también ha logrado lo que en un principio parecía imposible, que era aprobar la oposición a la primera y con apenas 24 años.
Marina reconoce que lo único que me había propuesto es sacar lo mejor de mí en cada momento. "Tenía la exigencia personal de querer hacerlo bien", afirma.
El padre de Marina es abogado pero ella dice que la vocación le viene desde pequeña. "Siempre tuve mucha vocación", comenta. Además, cree que es una profesión "muy útil" para la sociedad y que es básico en un Estado de derecho que exista justicia y un poder judicial independiente.
En cuanto a las renuncias que ha tenido que hacer estos meses, Marina lo vio como "una oportunidad" y ve el futuro con mucha ilusión por tener esta oportunidad que ella se ha ganado con su esfuerzo.
