Es muy común que algunas de las frutas y verduras maduren más de lo que nos gustaría dentro del refrigerador o se descompongan porque se ha pasado de tiempo o no se ha guardado en las condiciones correctas.
Uno de estos alimentos a veces difíciles de tratar son los tomates. Tanto es así, que muchos quieren saber el truco definitivo para que los tomates no maduren.
A pesar de que existen diversas formas de aprovecharlos, estos conllevan procesos laboriosos y con más ingredientes de lo que a priori sería necesario utilizar, como la passata italiana, cortarlos y congelarlos, encurtirlos o deshidratarlos.
El hecho de tener tomates frescos y firmes es una de las necesidades más básicas de la cocina. Esta hortaliza es indispensable en prácticamente todas las recetas, entre las que se encuentran ensaladas de cualquier tipo, salsas, pastas y estofados.
Ahora bien, ¿cómo actuar si estos tomates que elegiste en el supermercado no duran lo suficiente?
Un truco sencillo y eficiente
Una manera muy sencilla, oculta y poco conocida de conservar los tomates para evitar que sigan madurando dentro del refrigerador es voltearlos, es decir, cubrir el punto por donde pierden la humedad.
Lo recomendable es no guardarlos dentro del refrigerador pero, si no se tiene un espacio con temperaturas agradables, es conveniente conocer esta técnica. Son varios los recipientes que puedes utilizar:
- Un adhesivo amigable para cubrir el tallo del tomate
- Un recipiente plano donde, preferiblemente, se colocará cada tomate volteado y pegado al vidrio o plástico.
La desventaja es que el frío puede modificar el sabor del tomate al romper algunas de las membranas que lo componen.
Consejos para una mejor conservación
Si tienes dudas sobre cómo conseguir una mejor conservación de los tomates, coge papel y boli y toma nota de los siguientes consejos. ¡Seguro que funciona!
- Es fundamental guardar los tomates lejos de los llamados "frutos climatéricos"
- Estos son aquellos que siguen madurando rápidamente después de la cosecha
- Un ejemplo claro son los plátanos, la banana y la manzana. Al madurar, libera una sustancia denominada etileno, un químico orgánico responsable de la maduración natural y que suele usarse frecuentemente en la industria agrícola.