Es la mejor aliada de los pequeños, que pasan sus horas muertas con ella, enterrándose o convirtiendo la arena en un juguete de construcción con el que levantar sus frágiles castillos. Y a los adultos nos encanta la relajante sensación que deja la textura de la arena en nuestros pies al pasear descalzos por la orilla del mar.
Junto con el sol y el agua, la arena forma ese tercer componente de los mosqueteros que completa la receta perfecta por la que nos encanta disfrutar de nuestros días de descanso en la playa.
Sin embargo, después de una divertida y calmada tarde de verano, el sol comienza a esconderse y el típico aire del mediterráneo hace su aparición. Es precisamente el momento de volver a casa y desprendernos de esa incómoda segunda piel en la que se convierte la arena de la playa
Truco definitivo para quitar la arena de tus pies
Las chanclas, la toalla, la bolsa, las zapatillas... todo empieza a impregnarse de ella. Por este motivo, la limpieza posterior puede ser complicada y resulta fundamental retirarla de nuestra piel antes de llegar a casa.
El secreto está en los polvos de talco. Es necesario verter una pequeña cantidad sobre las extremidades, extenderla por toda la superficie y, por último, retirar los polvos de talco sobrantes con un toallita o un pañuelo.
Si cuando quieras salir de la playa te embadurnas la piel con estos polvos, absorberán la humedad que engancha la arena a tu piel y los granos caerán como por arte de magia.
En cuanto a los accesorios que complementan este truco infalible, hay varias opciones:
Hay personas que usan brochas para distribuir los polvos mientras que otras se contentan con traer una toalla extra. También existe la posibilidad de meter los polvos en un calcetín para introducir el pie y dejar que toda la arena se quede ahí.
Cinco consejos para quitar la arena de tu bañador favorito
Si no eres de los que estrena bañador cada verano, probablemente te hayas dado cuenta de que la sal del agua marina, junto con la arena y el sol, acaba desgastando los trajes de baño: el sol se come los colores de los estampados, las gomas se pasan y, sobre todo, la arena se cuela por cada poro de la tela provocando que el bañador se eche a perder.
No obstante, la paciencia es la madre de todas las ciencias y, si estás dispuesto a darle otra oportunidad a tu bañador, puedes seguir estos cinco consejos para exprimir la arena de tu traje de baño:
- Dejar la tela secando hasta que la arena sea fácil de sacudir. No obstante, el éxito es directamente proporcional a la cantidad de arena que se haya colado por las costuras, además, dependerá de la porosidad de la tela.
- Frotar con un cepillo y mantener la tela estirada. No se debe realizar en bañadores de licra
- Después de secar el bañador, estirarlo de manera reiterada, como si de un muelle se tratara
- La solución más rápida si tienes conocimientos de costura: descoser, sacudir para quitar toda la arena ya seca y volver a coser.
- Sin esperar a que el bañador se seque, coloca en un barreño agua y jabón líquido o detergente en polvo y mantén el bañador sumergido durante un tiempo, en torno a treinta minutos o una hora. Frota, escurre, dale la vuelta y, si todavía queda arena, repite la operación. Eso sí, tendrás que lavarlo a mano.
