Sólo una persona ha tenido que ser ingresada, según ha confirmado el Gobierno de Castilla La Mancha, que asegura que han incumplido toda la normativa al no contar con un veterinario ni comunicárselo al Ayuntamiento.
Con este brote, España retrocede una década en la incidencia de la triquinosis, que en los últimos cinco años sólo había registrado de cuatro a siete afectados anuales, vinculados al consumo a carne de caza de jabalí.