Aunque existía el temor por parte de las organizaciones ecologistas de que la UNESCO pudiese rebajar las exigencias de conservación de Doñana, el comité ha considerado que estas se deben mantener para asegurar las condiciones únicas de este parque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.
El Comité subrayó que continuar con los niveles actuales de extracción de agua del acuífero de Doñana para fines agrícolas supone una amenaza para el espacio natural.
Por su parte, el Gobierno español se ha comprometido a eliminar el dragado del río Guadalquivir del Plan Hidrológico, algo que fue valorado por la organización ecologistas WWF .
Al mismo tiempo, el Ejecutivo español, que debía presentar a la UNESCO un informe en febrero de 2018 con el resultado de sus actuaciones de protección en Doñana, ha pedido retrasar ese reporte hasta diciembre del próximo año.
Una vez recibido dicho informe, y si la UNESCO confirma que no se cumplen con los requisitos de conservación exigidos, Doñana podría ser incluido en la Lista de Patrimonio en Peligro.
"Nosotros entendemos que la situación es lo bastante crítica como para que Doñana entre ya en la lista de sitios en peligro, más que nada porque eso supondría una llamada de atención para el Gobierno español", explicó a Efe Eva Hernández, miembro de la delegación de WWF en la reunión sobre patrimonio.
Hernández valoró la decisión sobre Doñana adoptada hoy por el comité de protección de la UNESCO, ya que "supone que la organización seguirá manteniendo un ojo sobre el parque y estará atenta para que se cumplan los requisitos de protección".
La 41 reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, que se celebra en Cracovia (Polonia) hasta el próximo 12 de julio, analizará además la inclusión de 33 nuevos sitios en la Lista del Patrimonio Mundial, entre ellos la Menorca talayótica, y revisará el estado de otros amenazados, como el caso del parque de Doñana.