Tal y como explica el Ranking QS, las universidades españolas han perdido prestigio internacional porque de media han empeorado por la masificación de las clases y por la desconexión con la realidad del mercado laboral.
Sólo la Universidad de Barcelona y la Autónoma de Madrid están entre las 200 mejores del mundo, una clasificación que encabeza el Instituto de Tecnología de Massachusetts.