Si eres una de esas personas que vive más de noche que de día, como cantaba La Fuga, o de las que les cuesta conciliar el sueño por culpa del ruido que hacen tus vecinos cada noche, estás de suerte. Y es que la multa por interferir en tu descanso puede oscilar entre los 750 y los 3000 euros, dependiendo si se considera un incumplimiento leve, grave o muy grave.
Los tipos de infracciones y su coste
El máximo de decibelios permitidos por la ley suelen estar entre los 30 durante el día y los 35 de noche. En caso de superarlos, puedes enfrentarte a distintos tipos de sanciones. Descubre los tipos de infracciones existentes:
- Leves: se comenten cuando se aumentan en 4 o más los decibelios permitidos, lo que supone multas desde 750 euros.
- Graves: se producen cuando se llega a los 7 decibelios por encima de lo marcado por ley, lo que tiene como consecuencia sanciones de hasta 1500 euros.
- Muy graves: ocurre cuando se superan en más de 7 decibelios lo establecido por la normativa está penalizado con multas que pueden llegar a los 3.000 euros.
Horarios de ruido en casa
Cada municipio aplica sus propias sanciones a la hora de castigar actitudes molestas como las de provocar estruendosos ruidos, ya que se consideran una falta de respeto para la comunidad de vecinos.
Por norma general, la hora legal para hacer ruido en casa es de 08:00 a 21:00 horas, mientras que los sábados, domingos o festivos, se acota el horario de 9:30 a 21:00.
Solo hasta ese momento se puede hacer una mudanza, montar una fiesta en casa, poner la música a todo volumen, o incluso taladrar la pared. Eso sí, siempre respetando el máximo de decibelios permitidos.
Qué hacer si el vecino no para de hacer ruido
Convivir en una comunidad no tiene que ser un problema si respetas las normas relacionadas con los ruidos. Sin embargo, si tu vecino no las tiene en cuenta, debes buscar soluciones que te permitan vivir tranquilamente.
En primer lugar, y la solución más sencilla de llevar a cabo, es aplicar el famoso refrán de 'hablando se entiende la gente'. Acercarnos a la puerta de al lado para expresar nuestras molestias puede ser una buena iniciativa para que cese el molesto ruido.
En caso de que el diálogo no funciones, se puede dar parte al resto de vecinos para convocar una junta y tratar el problema comunitario. En el peor de los casos, es conveniente alertar a la policía para que ponga orden entre tanto caos.
Finalmente, la última propuesta pasa por tomar medidas legales contra la persona que causa barullo. No obstante, deberás presentar pruebas que justifiquen la demanda.