Después de 14 años sin dar con el paradero de la joven Madeleine McCann, la Policía alemana ha decidido recurrir a Michael Schneider, un exreportero de 50 años, conocido por sus habilidades como vidente que le han permitido localizar el paradero de varios desaparecidos. Ha asegurado que el cuerpo se encuentra en un bosque a 10 km de Praia da Luz (Portugal).
Schneider recalca que no ha dado esta información sin más, ya que "es muy consciente de la responsabilidad que supone lo que hace”. Tiene una peculiar forma de trabajar, aunque es bastante exitosa: junta varias fotografías de la persona desaparecida y le pregunta a Dios si está viva o muerta. A continuación, coge un mapa desplegable o Google Maps y comienza a desplazar sus dedos por él hasta que "sabe donde detenerse".
A pesar de lo que pueda parecer, este vidente ya ha colaborado en varias ocasiones con la Policía y ha descubierto el paradero de varios desaparecidos. Hace poco tiempo, localizó a una mujer en Alemania y los cuerpos de seguridad hallaron el cuerpo 36 horas después de que Schneider diera con el lugar exacto.
En estas desapariciones, suelen ser frecuentes los supuestos expertos que solo pretenden engañar y estafar a la familia del implicado, pero el exreportero afirmó que había sido claro desde el principio y sabía la localización del cadáver de Madeleine.
Crónica de la desaparición
La investigación sigue apuntando a Christian Brueckner, un alemán de 43 años que es el principal acusado del caso y que actualmente se encuentra en la cárcel por un delito de violación a una mujer de 72 años en Estados Unidos. Las autoridades creen que Brueckner asesinó a Madeleine después de raptar a la pequeña del apartamento donde se encontraba junto a su familia pasando las vacaciones.
El fiscal Hans Christian Wolters anunció este nuevo giro en la investigación, que en un principio contaba con la hipótesis de que Brueckner se había llevado el cuerpo de la pequeña tras asesinarla hasta Alemania.
Madeleine McCann, que tendría ahora 18 años, desapareció el pasado 3 de mayo de 2007. Ocurrió en El Algarve, en Portugal, donde pasaba las vacaciones junto a sus padres y hermanos gemelos.
