Josefa y José María se han mostrado desesperados y, sin poder contener las lágrimas, han pedido a su hijo que les deje volver a su casa en la que llevaban viviendo más de 20 años.
El matrimonio vivía con su hijo Daniel, de 34 años, y su pareja Noemí hasta que ésta les denunció a raíz de una discusión. El hombre cuenta que recibió una orden de alejamiento que la joven pareja aprovechó para okupar definitivamente la casa. La denuncia fue desestimada, pero Pepe y Fina no han podido volver a su casa después de nueve meses.
Al parecer, Noemí acusó una noche al padre de su novio de no tomarse la medicación, a lo que José respondió que la mujer trataba de envenenarlo. Por ello, según cuenta José en Espejo Público, ella dijo que él la había agredido. "Me acusó de agredirla, y con un cuchillo y todo. Es mentira, yo nunca", declara y afirma que la pareja de su hijo lo tenía todo planeado.
El matrimonio se encuentra ahora alojado en una segunda residencia
La Guardia Civil se personó en la casa y arrestó al hombre de 75 años, denunciado por agresión. Un mes después del conflicto, una sentencia absolutoria aclaró la inocencia del anciano, pero para entonces Daniel y Noemí se encontraban ya "atrincherados" en la vivienda, impidiendo la entrada del matrimonio.
El matrimonio se encuentra ahora alojado en una segunda residencia, según dicen, faltos de ropa y con el único deseo de "volver a casa".