El exgimnasta Gervasio Deferr se ha convertido en el segundo protagonista de la nueva temporada del programa de Jordi Évole en LaSexta ' Lo de Évole' donde repasó su carrera deportiva, sus éxitos y confesó el infierno que vivió por culpa de su adicción a las drogas y al alcohol tras su retirada que le llevaron incluso a pensar en el suicidio.
"Quería inundarme en alcohol, que es la droga más peligrosa", contó el ganador de tres medallas olímpicas (dos oros en Sídney 2000 y Antenas 2004, y una plata en Pekín 2008), que cinco meses antes de los Juegos Olímpicos de Atenas solicitó al Comité Olímpico Español (COE) que no fuese sometido a los controles antidopaje porque sabía que daría positivo en cocaína.
"Dije al COE que no me hiciera mear que necesitaba un tiempo para limpiarme porque no venía de entrenar sino que había pasado una mala época y necesitaba que me dejaran tranquilo entrenar", desveló Deferr, una solicitud que el organismo español aceptó.
"No había otra. ¿Qué iban a hacer? Si venían a hacerme pruebas de doping no iba a hacerlo, e iban a estar ellos poniendo piedras en su propio tejado", añadió.
Campeón olímpico tras una noche de borrachera
Además, contó que ganó la medalla de oro en Atenas después de una noche de borrachera de la que no recuerda ni siquiera cómo se fue a dormir porque tenía la sensación de haber "fracasado" al fallar el día anterior en su ejercicio favorito, el de suelo.
"El mismo día de la final de suelo, que fallo, salgo de la zona de competición y me pido una jarra de cerveza grande. En aquel momento, a mí todo lo demás me daba igual. No tenía resaca. Los nervios, la adrenalina, el lugar, la presión de la competición... estábamos muy entrenados. Yo me fui de Atenas con una medalla de oro y pensando que había fracasado. Absolutamente. No me importaba el salto, iba a por el suelo a demostrar que era el mejor”, resalta.
Positivo en cannabis
Deferr fue relatando como poco a poco la fama se le fue volviendo a la cabeza. "Se me va la olla y me creo Dios. Me convierto un poco en gilipollas. El mismo día, el 25 de septiembre, un año después, en 2001, entro en el quirófano para operarme del segundo hombro y me tiro meses viviendo en mi casa sin hacer nada, porque soy Gervario Deferr y empiezo a fumar porros con mis amigos y demás", confesó.
Posteriormente dio positivo en cannabis, en los Mundiales de 2002: "Ahí es cuando se me cayó todo. El cabrón de mi padre me colgó el teléfono y estuvo un tiempo sin hablarme". Lamenta la filtración de su positivo, "a traición", a través de alguien de la Federación Española de Gimnasia: "Pensé: 'Que os den por culo, y me fui a mi casa a fumarme un porro'. Después no volví a tener un patrocinio. Jamás. Ni en los dos Juegos posteriores con las medallas.",
Tras la retirada comenzó su pesadilla
El catalán acabó retirándose, un punto de inflexión en su vida y en la de muchos deportistas, quienes dejan de tener un objetivo en mente. “No sabía qué hacer”, explicó y fue ello lo que le hizo tocar fondo, cayendo en el alcohol, las drogas y en pensamientos suicidas.
“Por fin podía hacer lo que quiera, yo no tendría que pasar doping. En ese momento fumo, salgo, bebo y pierdo el tiempo. Me quedo tres años en Madrid pensando si me retiro o no, pero cada día estoy desde las 15:00 en bares con amigos y con vida social. Era dormir por la mañana, comer y luego por la tarde otra vez. Hubo un momento que me di cuenta que llevaba seis años bebiendo todos los días. Seis o siete medianas y dos o tres cubatas. Sin nada que hacer ni objetivo, al final te envenena”, explicó a Évole.
Además, recordó su indignación con un "sistema" que considera "injusto". "Tengo tres medallas olimpicas, ¿cómo puede ser que me queden 15 años de hipoteca? No tiene ningún sentido", critica Deferr, que no quiere "aparentar" y prefiere estar con gente "llana".
"Me despertaba con sangre"
Sus problemas con el alcohol le hicieron quedarse sin pareja y viviendo una gran pesadilla. “Había mañanas que me despertaba con sangre y no sabía si me había peleado. No sabía qué hacer y volvía a pasar, por mucho que me decía que no”, subrayó
"Varios momentos he pensado que mañana no me levanto y me daba igual. Había mañanas que me despertaba en la calle con sangre y no sabía si me había peleado. No sabía qué hacer y me volvía a pasar. Estaba solo con mis demonios", apuntó quien llegó a revelar entre lágrimas que su proceso autodestructivo le llevó a no estar junto a su madre cuando sufrió un infarto.
"Era un círculo vicioso de drogas, alcohol y culpabilidad. Y mi madre muriéndose. Si se llega a morir, yo hoy no estoy aquí. Yo no podía estar ahí, estaba ciego, ella estaba en Gerona y yo en Sant Cugat", contó emocionado.
El deporte le volvió a cambiar la vida
El proceso que Gervasio Deferr atravesó desde que confesó su problema de adicciones hasta que encontró una salida no fue fácil, el gimnasta recuerda que habló con el presidente del COE, Alejandro Blanco, que le guió en el proceso. "El 14 de febrero de 2017 entro por primera vez en la clínica de desintoxicación", recuerda Deferr, que estuvo diez meses tras saber que era "politoxicómano". "Mi familia me ha apoyado todo el tiempo", reconoce.
Afortunadamente, todo eso ya es cosa del pasado y Deferr está curado y centrado de nuevo en el deporte con el objetivo de enseñar el deporte que tantas alegrías le ha dado. "Soñaba desde los 15 años con abrir un gimnasio. Elegí La Mina (Barcelona) porque vengo de una familia sin recursos y a través del deporte mi vida cambió".