El animal ha muerto a los 31 años después de las fuertes críticas recibidas por las condiciones en las que vivía.
Según informa el diario argentino 'La Nación', el Arturo ha muerto a los 31 años, debido al deterioro de su salud y su avanzada edad, con un promedio de vida muy por encima al de su especie en cautividad.
En los últimos años se había puesto en marcha una campaña en redes sociales y la plataforma Change.org para pedir que se trasladara al oso Arturo a otro centro donde pudiera vivir en mejores condiciones. Se pidió formalmente un traslado a Canadá, que fue rechazado tras valorar un grupo de expertos que el viaje pondría en serio peligro su vida.
"Durante los últimos días, presentaba un cuadro médico terminal grave por su avanzada edad y complicaciones físicas. Entre otras, pérdida de apetito, disminución de su peso y pérdida de visión y olfato", aseguró el gobierno local.
Arturo, que llegó al zoológico de Mendoza con sólo ocho años, ha mantenido en vilo al mundo por la situación del centro zoológico, donde en los últimos años ha habido un repunte de muertes de animales de varias especies, sin que se sepa aún el motivo.