El atleta trasmitió que se sentía humillado por haber tenido que desplazarse por el suelo, pero aseguró que ser empujado en la silla de ruedas convencional que le ofrecieron habría sido más humillante aún.
Cuando llegó a la salida del aeropuerto, Levene tuvo que recurrir a un carrito metálico de transporte de equipaje para desplazarse por la calle. Ahora denuncia la falta de recursos de dicho aeropuerto y exige que todos los del Reino Unido cuentes con sillas de ruedas autónomas para casos como este.