Los hechos ocurrieron la noche de Navidad cuando la familia del fallecido le pidió al chófer que llevaba el coche fúnebre si podía llevar a una de las hijas del difunto ya que no tenía como ir hasta el cementerio que se encuentra en Valencia de Alcántara. En un principio se negó pero después acepto con "ademán chulesco", según los familiares.
El conductor le dijo a la hija del fallecido que durante el viaje iba a poner flamenco, rumbas y además iba a ir fumando.Los familiares se quejaron de los hechos a la aseguradora nada más llegar al destino.
Finalmente la funeraria despidió al empleado por su comportamiento y la justicia les ha dado la razón.