La Gardai o policía local fue alertada después de que a las 7 de la mañana el hombre, que, junto con una acompañante, había llegado tarde a la puerta de embarque, se lanzara fuera de la terminal gritando al piloto que detuviese el avión, que se dirigía a Ámsterdam.
Un portavoz del aeropuerto explicó que la pareja había llegado tarde para el vuelo y que él empezó a "alterarse" al tratar de persuadir al personal de tierra.
Tras precipitarse a la pista, fue interceptado por los empleados de Ryanair y posteriormente detenido por la Gardai, que lo trasladó a una comisaría para ser interrogado.
La aerolínea irlandesa declaró por su parte que el hombre fue arrestado por "violación de la seguridad en la puerta de embarque, que ya estaba cerrada", y dijo que el asunto está ahora en manos de las autoridades.