Midas es una pequeña gata de color gris y de ojos verdes que ha pasado muchos años en centros de acogida porque no encontraba una familia que quisiera adoptarla. ¿El motivo? Una peculiaridad en su aspecto que le hace única. La felina tiene cuatro orejas, puesto que tiene dos pequeñas adicionales que aparecen del interior de sus orejas normales.
Sin embargo, esto no se debe a ninguna discapacidad auditiva. Las cuatro orejas son consecuencia de una mutación genética que afecta únicamente a su aspecto. En este sentido, las pequeñas orejas adicionales no hacen que escuche mejor ni peor, no afectan para nada a su audición.
Tras mucho tiempo en centros de acogida de animales, ahora ha sido adoptada por una mujer en Turquía que ya tenía un perro y otro gato. Según muestra la mujer en la cuenta de Instagram de Midas, parece que la gatita ya se ha adaptado con normalidad a vivir con sus nuevos compañeros.
Por el momento, Midas está revolucionando las redes. Tan sólo ha pasado un mes desde que su dueña creó la cuenta de Instagram, y ya son casi 30.000 las personas que siguen diariamente la vida y aventuras de Midas.
Sus fotos y vídeos durmiento o jugando con el perro acumulan miles de 'Me gusta'. Además, sus fans le han dedicado todo tipo de dibujos e ilustraciones.