Hofman explica que el "entrañable sentimiento" que sintió al ver al pequeño animal se transformó en "frustración y tristeza" cuando vio cómo la marea entrante traía consigo innumerables pedazos de basura y el caballito de mar se amarraba a uno de ellos.
Pero este no es el único rastro del ser humano sobre el océano que se refleja la imagen. El potente flash con el que el fotógrafo se adentró a las profundidades del mar también permite distinguir en el fondo del mar unos puntos blancos, que son en realidad bolsas de plástico.
Con esta fotografía Justin Hofman opta al Premio Wildlife Photographer of the Year, organizado por el Museo de Historia Natural de Londres.
A pesar de que el certamen no anuncia a sus ganadores hasta octubre, el fotógrafo decidió compartir esta foto en sus redes sociales para concienciar a los usuarios. ¿Qué clase de futuro estamos construyendo? ¿Cómo pueden sus acciones dar forma a nuestro planeta?, escribía Hofman en su cuenta de Instagram.
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