El método de esta madre italiana es cambiar la clave del wifi cada semana y esconder la nueva contraseña entre las páginas de los libros.
En la publicación de Facebook, la mujer explica que la clave de esa semana es el color del vestido de Anna Karenina en la novela de León Tolstoi. Y matiza: "En el libro, no en la película". Así se asegura que sus hijos lean el libro, al menos si quieren conseguir acceder a Internet.