Karina Ramage, una joven de 25 años consigue su sueño el día que menos se lo esperaba. Se desplazó a su trabajo como un día cualquiera en un supermercado de Londres pero está vez tuvo que llevarse su guitarra así que se la colocó a la espalda durante su turno.
Uno de los clientes, extrañado le pregunto que porque llevaba una guitarra a cuestas y ella no dudo en comentarle que su verdadero sueño era ser cantante y que muchos días se iba al metro o a cualquier plaza a cantar para la gente. El hombre le pidió que tocara algo allí mismo en directo y ella aceptó, en esos momentos no sabía que ese acto cambiaría su vida.
Cuando terminó de cantar el cliente le comunicó que era un reputado productor y allí mismo le ofreció un contrato para su discográfica. El momento vivido por Karina quedó grabado para la memoria y para Youtube, donde tiene ya más de 60.000 reproducciones.
Un gran ejemplo de que nunca sabemos ni donde ni cuando se cumplirán tus sueños.