El pequeño, además de ganar un piso, ya ha pasado a formar parte del Libro de los Récords ruso por hacer, atención, 4.445 flexiones en algo más de dos horas.
El vídeo de niño se ha vuelto viral en las redes sociales. Ha sido tal el esfuerzo físico que ha hecho el pequeño Ibrahim, que el centro deportivo al que acude dos veces por semana a entrenar con su padre ha decidido regalarle un apartamento de dos habitaciones para él y su familia.