Podemos utilizó la aplicación de mensajería Telegram como una herramienta fundamental para su comunicación interna y su toma de decisiones. Los grupos de Telegram eran el espacio donde se debatían las propuestas, se coordinaban las acciones y se definían las alianzas. Sin embargo, también eran una fuente de conflictos, conspiraciones, filtraciones y purgas, que generaban un clima de desconfianza y paranoia entre los dirigentes y los militantes.
El partido tuvo que enfrentarse a una campaña de desprestigio y acoso por parte de algunos medios de comunicación y sectores policiales y judiciales, que intentaron vincular al partido con casos de corrupción, financiación ilegal, terrorismo y otros delitos. Denunció que se trataba de una operación de las cloacas del Estado para frenar su ascenso político y deslegitimar su proyecto. Algunas de las acusaciones fueron desmentidas o archivadas, pero otras causaron un gran impacto y desgaste en la imagen pública del partido.
Podemos sufrió varios procesos de crisis y ruptura interna, provocados por las diferencias políticas, ideológicas y personales entre sus líderes y corrientes. El principal enfrentamiento se dio entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, que representaban dos modelos distintos de entender el partido, su relación con el PSOE y su papel en el cambio social. La confrontación se saldó con la salida de Errejón y otros dirigentes de Podemos, que formaron su propio proyecto político. Podemos también vivió conflictos territoriales, orgánicos y sectoriales, que debilitaron su cohesión y su capacidad de acción.
Créditos
- Dirección: Rafael Méndez
- Guion: Rafael Méndez y Vera Bercovitz
- Redacción: Laura Bermejo
- Narración: Vera Bercovitz
- Diseño sonoro: Armando D. Hernández
- Música: Miguel Marcos
- Producción: Iván Pérez