Vivimos una realidad tomada por las conspiraciones. Solo hay que atender a la enorme cantidad de personas que hoy día están convencidos de que la pandemia es parte de un plan orquestado por personas muy poderosas, cuyo único objetivo es someter al resto de la humanidad.
Pero esto no es nada nuevo. Desde la llegada del hombre a la Luna, pasando por conspiraciones vinculadas a experimentos armamentísticos como el (seguramente) ocurrido en los Urales y en el murieron siete jóvenes montañeros, o los experimentos llevados a cabo en las aguas de Sudáfrica para esterilizar a la población negra, o la última gran conspiración, Qanon y la «PLANdemia global», son muchas la personas que hay detrás de estas historia y aún más lo intereses en que dichas historias lleguen al gran público. Y lo que es más importante: que el gran público, la masa, las crea. ¿Pero por qué?